El agua es un bien de primera necesidad. Por eso hay que compartir y al mismo tiempo consumir con sentido. En el año 1962, Ribeira consiguió en exclusiva el aprovechamiento del río Sieira para abastecer a la ciudad. Ahora, los sonenses también pretenden hacerse con un caudal necesario para dar servicio a tres parroquias que actualmente tienen problemas. La solidaridad deberá ser más que suficiente para compartir.