Debilidad por el pulpo en O Son

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Centenares de comensales acudieron a la popular cita gastronómica

14 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hay ciertos manjares que no defraudan entre los más exigentes comensales y que tienen el poder de congregar a centenares de personas bajo una misma carpa. Ese es el pulpo, uno de los productos más típicos de la tierra y que ayer fue exaltado en la fiesta gastronómica de Porto do Son. Desde el mediodía, los cefalópodos pasaron, en cuestión de segundos, de los fogones a las tablas. Y es que por este plato muchos decidieron adelantar la hora de la comida, aprovechando además que el día no llamaba mucho a ponerse el bañador. El alcalde, Luis Oujo, fue el encargado de inaugurar la jornada con un discurso en el que agradeció, tanto a los asistentes como a la Asociación de Empresarios Sonense «a súa contribución para facer da Festa do Polbo unha celebración de referenza». Con las palabras mágicas, «que aproveche», comenzaron las degustaciones.

Más de dos mil kilos

La conselleira do Mar, Rosa Quintana, también quiso estar presente. Palillo en mano pudo probar la excelente calidad del cefalópodo. Además, quiso supervisar de cerca la preparación del producto, y sin dudar se acercó a los fogones. La organización preveía ofrecer 2.500 kilos de producto. Los mejillones completaron el menú.

Coincidiendo con la cita se inauguró la Feira Mariñeira, en la que pudo verse artesanía, piezas etnográficas, manualidades y el trabajo de las rederas. Otro atractivo lo constituyó el balandro Joaquín Vieta, atracado en el muelle.