Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Aguiño celebró con una gran fiesta la llegada de su párroco

Tamara Montero
tamara montero RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

David Mohedano recibió las llaves de la parroquia

06 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La fiesta, desde luego, fue memorable. En pocos lugares se ha recibido a un párroco entre bombas de palenque y pasacalles de gaiteiros. El domingo lo hicieron los vecinos de Aguiño, que de este modo tan festivo ponían fin a cinco años sin un párroco propio. Desde esta misma semana, David Mohedano Mira tiene las llaves de la parroquia de Nosa Señora do Carme, que deberá organizar «segundo os preceptos da Igrexa» pero teniendo siempre en cuenta al pueblo de Aguiño, que deberá ser «aliado» y «estreito colaborador».

El consejo se lo dio el vicario episcopal de Compostela, Xosé Antonio Seoane, que fue el encargado de poner una de las notas más emotivas de la jornada con la entrega de las llaves de la parroquia y la lectura del acta de nombramiento de Mohedano como párroco, con la rúbrica del arzobispo de Santiago, Julián Barrio.

Una vez nombrado de forma oficial cura de Aguiño, David Mohedano ofició una misa solemne, acompañado por el vicario episcopal, cantada por las corales polifónicas del Círculo Mercantil y la Industrial de Ribeira. En la ceremonia también tomaron parte el administrador parroquial de Aguiño hasta el domingo, Cesáreo Canabal, y los sacerdotes Enrique Fernández y Ramiro Canabal, que desde septiembre del 2006, fecha en la que Aguiño se quedó sin párroco tras la marcha de Álvaro Barros, se habían hecho cargo de los feligreses de este núcleo ribeirense.

Regalos y un ágape

El fin de la ceremonia religiosa dio paso entonces al acto de bienvenida y al homenaje a los sacerdotes que hasta el momento gestionaron la parroquia. El vicario episcopal recibió de los vecinos un libro sobre Aguiño y un bolígrafo. Para el nuevo párroco habían preparado un bolígrafo, un libro sobre Aguiño y una memoria USB con una placa conmemorativa de la fecha del nombramiento.

Por su parte, los tres sacerdotes que gestionaron la parroquia durante los últimos cinco años recibieron una paloma de cerámica gallega con versos de Rosalía impresos. Además, el hasta el domingo administrador parroquial, Cesáreo Canabal, recibió una placa de agradecimiento de todos los feligreses por los servicios que prestó durante el último lustro.

El presidente de la asociación Francisco Lorenzo Mariño, Unai González, aprovechó su intervención para tener un emotivo recuerdo de los párrocos que desde la creación de la parroquia, hace 52 años, han pasado por Aguiño. Además, agradeció profundamente su labor al administrador parroquial y a los sacerdotes que se hicieron cargo de Aguiño durante cinco años, hasta la llegada de David Mohedano.

Finalmente, y antes de disfrutar de un vino en el local parroquial, Unai González quiso agradecer al arzobispo Julián Barrio que nombrara un nuevo párroco para Aguiño en un momento en el que las vocaciones escasean.