Aunque está en el afán de todos los gestores el incremento de los servicios que se prestan a los ciudadanos, hay algunos momentos en los que acometer cualquier iniciativa se hace muy difícil. Y hemos de reconocer que nos encontramos en una de esas situaciones, en las que la eficiencia debe ser el santo y seña de cada una de nuestras decisiones.
Por eso, mientras que los datos económicos nos invitan cada día que pasa al pesimismo, no deja de ser una buena noticia para un hospital modesto como el de Barbanza, que se pueda decir a los usuarios que la cartera de servicios va a ser incrementada.
La introducción del método Essure -un sistema de anticoncepción, permanente e irreversible, que no requiere anestesia general ni hospitalización para el paciente- se ha conseguido gracias a la perseverancia e implicación de los profesionales del Servicio de Obstetricia y Ginecología, que se han preocupado de formarse en esta nueva técnica para ellos, sin los cuales nada de esto sería posible.
Y es de agradecer, asimismo, el esfuerzo de la Dirección de Recursos Económicos y de la Gerencia del Sergas.
Ponernos a la altura de otros centros sanitarios en los que ya está introducida esta técnica desde hace tiempo, ha de ser un motivo de orgullo para las pacientes que se van a beneficiar del mismo y para la comarca en general. Ser de los primeros hospitales de nuestro nivel en introducir este procedimiento como una alternativa a una intervención quirúrgica convencional (con ingreso hospitalario incluido), añade, sin lugar a dudas, un plus de satisfacción.
La sanidad pública es de todos, y entre todos tenemos que contribuir a que se sostenga. Es un ejercicio de responsabilidad, tanto de los gestores como de los usuarios, hacer un correcto uso de los servicios sanitarios.
Tenemos un sistema sanitario de calidad, del cual debemos de sentirnos muy orgullosos, y es misión de todos mantenerlo al mismo nivel.