Con el fin de regular el creciente interés de los hosteleros por colocar una terraza frente a su negocio, la mayoría de los municipios de la comarca cuentan con una normativa específica. En casi todas las ordenanzas se establece que las mesas y sillas solo deben ocupar la fachada del negocio, si bien podrán sobrepasar este límite en el caso de no entorpecer el paso de los viandantes, si los locales colindantes no ponen impedimento o si se cuenta con el consentimiento de la comunidad de vecinos, en caso de que al lado del bar se encuentre un edificio habitado.
En cuanto al precio por la colocación de las terrazas, cada concello estipula un importe. Destaca el caso de Muros, donde se deben abonar 40 céntimos por silla al día y otros 60 por mesa. En la villa pobrense, donde desde que comenzó el año solicitaron esta licencia una veintena de establecimientos hosteleros, solo se cobra una cantidad simbólica durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre.