No se sabe si están relacionados con un asesinato, pero la aparición de unos restos humanos en la planta de tratamiento de residuos de Servia, concretamente dos fragmentos de una pierna, hizo saltar todas las alarmas. Ocurrió en marzo del 2007. El contenedor que los transportó procedía de Ames y por ahí se iniciaron las investigaciones. En un primer momento se manejó la hipótesis de que pertenecieran a Fernando Caldas, secuestrado en este municipio tres años antes, pero fue descartada tras la realización de una serie de pruebas de ADN. El caso sigue siendo un misterio.