La presencia de lobos, ibéricos e híbridos, en los montes de Barbanza es, desde hace tiempo, más un contratiempo que una curiosidad. La ganadería y la agricultura que se practican es este paraíso natural de Galicia están constantemente amenazadas, por eso resulta extraño que la Administración no tome cartas en el asunto para poner remedio a un problema que nació hace ya varios años.