El colegio Pío XII tendrá comedor el próximo curso

La Voz

SANTIAGO CIUDAD

29 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

REDACCIÓN SANTIAGO El colegio Pío XII tendrá servicio de comedor el próximo curso. El hecho de que el centro de mayor matrícula de Santiago no entrase en este proyecto resultaba chocante para el sector poblacional afectado. El concejal Xosé Manuel Iglesias subrayó ayer que el problema derivaba de la falta del espacio para acoger este servicio esencial, implantado ya en otros centros escolares públicos. Dicha deficiencia, según el edil, ya ha quedado subsanada y existe el compromiso administrativo de habilitar las dependencias necesarias para que funcione un comedor «en boas condicións». También intentará sumar a la red de comedores el curso próximo el colegio público de Roxos. El concejal de Educación puso de manifiesto que con los servicios de que disfrutan los centros escolares públicos de la ciudad y las condiciones que reúnen «o ensino público é competitivo». Iglesias realizó esta afirmación en la presentación en el pazo de Raxoi de la campaña promovida por la Plataforma do Ensino Público en Santiago (integrada por sindicatos y asociaciones vinculadas al ámbito educativo) encaminada a fomentar y defender este tipo de enseñanza. La campaña consistirá en la edición de trípticos y carteles informativos sobre las ventajas de la enseñanza pública. La Plataforma, que tiene el apoyo y respaldo de la concejalía de Educación, anuncia que intensificará su tarea informativa el curso próximo. Por lo de pronto, Xosé Manuel Iglesias afirma que la campaña (a la que el propio Concello añade una página web y una publicación sobre las redes educativas públicas) tiene como objetivo que los padres analicen los respectivos ámbitos educativos y tengan claro en donde quieren matricular a sus hijos. Considera que hay buenas perspectivas para la enseñanza pública, sobre todo en secundaria. No ve tan optimista el panorama global la Plataforma, cuya representante Tareixa Novo mostró su temor a que los datos actualmente favorables a la enseñanza pública (un 65% frente a un 35%) puedan llegar a invertirse en favor de la enseñanza privada.