San Valentín: rojo, negocio y también grandes dosis de amor

CARBALLO

Los alumnos de los institutos aprovecharon el día para recaudar fondos y los de los Pequerrechos para distinguir colores

15 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Para los 77 niños de la escuela infantil Os Pequerrechos, en Carballo, el día de San Valentín es un día de color rojo. Llevan varias semanas aprendiendo a distinguir este color?-parece algo sencillo, pero para los menores de tres años lo de los colores es un lío- y sus profes decidieron aprovechar la jornada de los enamorados para rematar una lección de suma importancia -en serio, cuando se es pequerrecho los colores son muy importantes-. ?Por petición de las educadoras y con la complicidad de sus padres, los niños asistieron a clase completamente vestidos del color estrella. Dejaron el uniforme en casa y se presentaron en el cole como pequeños caramelos de fresa. Caracterizados y con las aulas decoradas con globos y corazones -rojos, por supuesto- los pequerrechos bailaron, se abrazaron y aprendieron la lección de una manera muy divertida. «San Valentín era solo la excusa», explica una de las responsables del centro.

Excursión

Los estudiantes de cuarto de ESO de los institutos de la capital Bergantiñana también utilizaron el día de San Valentín para hacer negocio y recaudar fondos para la excursión de fin de curso. Irán a Barcelona -no es la ciudad del amor, pero nada tiene que envidiarle a París- justo después de Semana Santa y pretenden que les salga lo más barato posible. Para lograrlo llevan varias semanas manos a la obra. Como en años anteriores, instalaron buzones en los centros escolares para que quien quisiera, y amparado en el anonimato, introdujese en ellos sus dedicatorias de amor y la petición de entrega de flores. Un ejemplo: clavel y bombones, 1,5 euros; mensaje amoroso, cincuenta céntimos.

Y ayer por la mañana, esos particulares cupidos con ganas de viajar recorrieron el Alfredo Brañas, el Monte Neme y el Parga Pondal repartiendo amor. «Es un día especial y permitimos que lo hagan durante el horario escolar, aunque todo junto, así, si hay varias entregas en una misma clase lo hacen al mismo tiempo, para que no haya interrupciones», explicaba ayer un profesor del Alfredo Brañas. El resultado: ingresos para los estudiantes, declaraciones de amor inesperadas -algunas no tanto- y algún que otro estudiante colorado. Incluso algunos de los profesores -por buenos y por guapos, suponemos- recibieron regalo de San Valentín.

En el Monte Neme, además, también hubo tojos -mayoritariamente para los docentes-, aunque incluso más bonitos que los claveles. «Cheos de flores amarelas son preciosos», explicaba una profesora.

Para darle un toque educativa al día de San Valentín, en los centros se hizo también una exposición de libros de literatura romántica, porque aunque parezca difícil, el amor también puede expresarse con palabras.

Y eso, buenas palabras, es lo que pide el párroco de Carballo, José García Gondar, para un día como el de ayer. «Celebrar o San Valentín non está mal, pero o amor hai que demostralo todos os días», explicaba el sacerdote, al tiempo que decía que está pensando en recuperar un acto que hacía hasta hace unos años: «Coincidindo co día dos namorados facíamos un acto para os matrimonios do ano anterior, lles regalabamos un clavel e despois tomabamos un viño». Una buena costumbre que intentarán retomar en el 2009, si es que ese día (el 14 de febrero del próximo año caerá a sábado) no se le llena la iglesia de enamorados con ganas de casarse coincidiendo con el San Valentín. «De momento non hai ningunha petición, porque os mozos prefiren a primavera ou o verán, cando fai máis calor», indica García Gondar.