Francisco Vidal no está de acuerdo con los planteamientos que hizo Joan Santacana en su proyecto.
El arquitecto coruñés asegura que discrepa «de querer colocar alrededor del monumento elementos del programa que yo creo que no deberían estar ahí. Ese interés por querer rodear el monumento de tecnología no me gusta nada. Desde un primero momento, en la memoria, decía que si podíamos seguir alrededor del monumento con las luces y las sombras nada más, mejor. Claro, hay que colocar iluminación, pero nada más. Yo creo que todo lo museístico puede estar en otro sitio».
El técnico reconoce que «a mí me sigue gustando llegar a una pequeña iglesita en un núcleo rural y que me cuenten lo justo, pero no más, porque eso me lo pueden contar en otro sitio. Eso puede llegar a crear distorsiones complejas, que a veces lo que pasa es que el que va allí no entiende nada. Le dan un montón de datos y a lo mejor se dan confusiones o situaciones extrañas, porque a todos nos ha pasado. Con eso hay que tener mucho cuidado, yo comprendo que en eso sí que hay que realizar una labor didáctica, pero que no tiene porque ser en el mismo edificio».
Francisco Vidal explica que «la respuesta arquitectónica concreta fue desnudar la arquitectura de elementos funcionales y resolver un tema conceptual y formal».
De todos modos, lo principal fue la conservación de las pinturas. En este aspecto es «muy importante la construcción de barreras interiores para aislar, ya no solo de las aguas profundas. También construiremos un drenaje abierto, que ya hacían los romanos. Los cerrados acaban para obstruirse».
Condiciones
En el mismo sentido «vamos a tener que mejorar las condiciones climáticas del interior. Ahí es donde apostamos por conceptos bioclimáticos, utilizamos ventilaciones cruzadas, desde el drenaje exterior hasta la parte central del pabellón, lo que posibilitará unas medias anuales de humedad y temperatura bastante acertadas, según creemos».
El arquitecto que ha ganado el concurso para reformar el edificio del dolmen de Dombate es optimista en lo que se refiere al futuro del monumento. Explica que «me ilusiona que se ve que empiezan a gastar dinero. Me ponía muy triste ver unos plásticos. Hay que acertar, pero hay que apostar e invertir, porque eso arrastra otras cosas».