Un empresario gallego planea construir en el lugar de Niveiro, dentro del término municipal de Val do Dubra, un depósito con capacidad para 5.000 kilos de productos pertenecientes a cuatro categorías de material pirotécnico. Ese grupo incluye los artificios de categoría 4, legalmente considerados de «alto riesgo». La iniciativa, recién entrada en fase de alegaciones, la promueve un hombre conocido dentro del sector, José Luis Calvo, cuyo negocio en Coristanco quedó destrozado el 15 de julio del 2006 por culpa de una explosión que también afectó a más de 200 casas, un colegio y una fábrica, causando daños por valor de 1,3 millones de euros. El complejo, en virtud de un acuerdo adoptado por la corporación del citado concello coruñés, jamás reabrirá.
El proyecto se encuentra depositado en la sede de la Subdelegación del Gobierno de A Coruña, de acuerdo con un anuncio difundido este miércoles a través del Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Hasta el 9 de julio, cualquier interesado puede examinarlo e incluso formular contra él «cuantas quejas considere oportunas sobre el particular en defensa de sus intereses».
El impulsor de la actuación declinó ayer detallar en qué consiste, pese al interés manifestado por La Voz. Simplemente, se limitó a afirmar: «De principio non quero facer declaracións, igual un pouquiño máis adiante...». «Non teño nin idea diso», aseveró el alcalde, Juan Baleato (PP), tras ser consultado al respecto. Extraoficialmente, una fuente solvente del Ayuntamiento, en cambio, sí admitió conocer las líneas maestras de la inversión, «pero aquí, de momento, non se presentou nada en firme por escrito». «Ao parecer -reveló el mismo informante-, pola zona non hai casas próximas. Aínda así e por moi ben deseñado que estea o polvorín, non creo que saia adiante porque a xente se enterou e hai un malestar social importante». Según su versión de los hechos, al menos cien vecinos y una asociación de cazadores se opondrán a la ejecución del almacén. «Están armados, con boli e papel, para dar batalla. E non son deses que resulta sinxelo negociar con eles. É xente, empregando terminoloxía popular, bastante brava; iso dígollo eu», apostilló.