La noticia de la supresión de una asignatura por parte de la Administración en el IES Isidro Parga Pondal ha caído como un jarro de agua fría sobre toda la comunidad educativa. La nueva ley obliga a que todos los centros tengan que sustituir la materia de Ciencias Medioambientais e da Saúde, una optativa de cuarto de la ESO que en el caso del centro carballés aglutinaba a más de la mitad de los alumnos de este nivel y que ha propiciado actividades importantes para el centro como la Semana da Saúde.
Ante la importancia que tiene para los estudiantes de esta disciplina -que la mayor parte de las tardes de los viernes las dedicaban a preparar por su cuenta los contenidos de la asignatura- el departamento de Ciencias propuso una nueva materia denominada Biosaúde y que recogía un planteamiento completamente práctico dirigido a que los escolares pudiesen enfatizar en temas divulgativos que no tienen cabida en otras clases.
Los profesores responsables de este departamento elaboraron el currículo de dicha asignatura y lo enviaron a Educación dentro del plazo. «El centro tenía que proponer una asignatura optativa y pensamos que esta era la mejor manera para continuar impartiendo unos contenidos que motivan a los estudiantes y en lo que tienen muy buenos resultados», explican desde el Isidro Parga Pondal.
Antes de llegar a la Xunta la disciplina fue aprobada por la Comisión Pedagógica, el Claustro de Profesores, el Consello Escolar y contó con el beneplácito del inspector educativo de zona que dio luz verde al proyecto. «Nos fuimos de vacaciones y lo último que nos imaginamos era que la consellería no nos iba a aprobar el proyecto», explican. El viernes la noticia llegó al centro: el delegado de Educación les había denegado la petición por considerar que el contenido solapa la asignatura de Biología. Los docentes aseguraban que lo que se va a impartir en esta clase en nada tiene que ver con el currículo de la otra materia.
Problemas
El problema no solo se plantea para el centro por la pérdida de dicha disciplina sino para los alumnos que ya se han matriculado en ella y que tendrán que recibir lecciones de la segunda opción que marcaron en el momento de formalizar la matrícula. Los profesores del instituto, unánimes, creen que es una injusticia y que su pérdida implica la desaparición -además de la Semana da Ciencia- de una revista divulgativa y de una página web en donde los estudiantes vuelcan los conocimientos adquiridos en estas lecciones.
Ante la negativa, el instituto se puso en contacto con el alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, para transmitirle su malestar por la decisión tomada en la consellería, ya que ni alumnos ni profesores están de acuerdo con la desaparición de esta disciplina. El problema es que el tiempo no corre a su favor y mañana los estudiantes matriculados en esta asignatura tendrán que cambiar su opción. Por eso, el centro confía en que se pueda solucionar esta situación que preocupa a toda la comunidad educativa.