El hospital Virxe da Xunqueira de Cee se encuentra estos días por encima de su capacidad máxima. El gerente del hospital, Francisco José Pazos Soto, reconoce que el sanatorio se encuentra a tope y estos días ha llegado a funcionar al 104% de su capacidad.
En esa situación, el centro está derivando ingresos a otros hospitales de la provincia en los que sí hay sitio.
El gerente del Virxe da Xunqueira asegura que se trata de una situación normal por estas fechas. «Es algo típico en zonas caracterizadas por el envejecimiento de la población», dice. La mayor parte de los ingresos se deben a pacientes crónicos o de edad avanzada con algún tipo de dolencia que se complica con los rigores del invierno.
Largas esperas
El lleno del hospital no es el único problema durante estos días.
En el servicio de urgencias se acumulan los retrasos. El jueves algunos pacientes tuvieron que esperar hasta ocho horas solo para ser vistos -aunque los casos más graves, como siempre, fueron atendidos de modo inmediato-, algo para lo que el director del centro no encuentra explicación. «Seis o siete horas de espera me parece algo incomprensible, los medios que hay no son para tener esos tiempos», explica Pazos, quien considera que el hospital tiene unas medias de entre 48 y 56 pacientes en urgencias por día y que, con la plantilla actual «hay personal suficiente».
Según el gerente, puede haber variaciones en los tiempos de atención sujetas a patologías: «No lleva el mismo tiempo atender un tobillo torcido que a una persona con polisintomatologías», dice el máximo responsable del Virxe da Xunqueira.
Si embargo, desde el servicio explican que las largas esperas se deben a falta de personal en urgencias. Aunque en teoría los nuevos turnos son de cuatro médicos por la mañana, tres por la tarde y dos por la noche, el jueves, por ejemplo, cuando se registraron los máximos retrasos, solo hubo dos médicos por la mañana y otros dos por la tarde. Personas que acudieron al hospital a la una de la tarde no fueron vistas por un médico hasta las ocho. Las bajas y días libres de esa jornada no fueron cubiertos y pasaron por el servicio 59 pacientes, un número más elevado del habitual.
Profesionales de urgencias explican, además, que el aumento de plantilla no significa más cobertura, porque ahora se ha eliminado la atención de médicos de medicina interna que antes colaboraban con urgencias.
A eso se le suma un conflicto interno en el servicio. Los profesionales están obligados a hacer traslados de pacientes ingresados en planta que, dicen, no les corresponden, reduciendo así temporalmente la plantilla.