Dos de los grandes héroes españoles de la Guerra de Cuba eran naturales de la comarca. Sus nombres tal vez no sean conocidos por los lectores de historia en general, pero sin embargo son toda una institución, y desde hace más de un siglo, en la Infantería de Marina, cuerpo al que pertenecían José Rama Varela, que había nacido en A Laracha, y Antonio Cancela Romero, procedente de Coristanco. Y son una institución porque se les cita incluso en algunas de las canciones de este cuerpo y sus referencias aparecen en infinidad de libros y portales especializados.
Este anonimato dejará de serlo. Los concellos de Coristanco y A Laracha (en este caso, el alcalde va a recibir el correspondiente informe de su homólogo coristanqués) planean rescatar las figuras de estos héroes y de su gesta, que fundamentalmente se resume en morir defendiendo la integridad de España, pero en Cuba.
Y es que el regidor de Coristanco, Antonio Pensado Plágaro, se entrevistó el jueves con el coronel de Infantería de Ferrol para tratar sobre este asunto y recabar información. También desde el Concello trabajan intensamente en ello, para conocer exactamente el lugar de procedencia de su vecino, y es probable que en A Laracha ocurra otro tanto. El alto mando ferrolano contactó con Pensado a través de otro alcalde, el de Fisterra, con el que tiene más relación gracias a las visitas para desfilar que realizan cada mes de septiembre, durante las fiestas de la Virxe do Carme.
Ahora, Pensado quiere honrar «como se merecen» a ambos héroes militares, tal vez con una escultura, una placa o un acto, algo que, señaló ayer, aún tendrá que estudiar. Y, además, lo llevará primero a la junta de gobierno y, después, a pleno.
Será entonces cuando muchos vecinos se enteren de la acción que les dio la fama a Cancela y Rama en plena Guerra de Cuba. El 5 de junio de 1985, ambos, junto a otros infantes, custodiaban la vía férrea Gíbara-Holguín en el Fuerte de la Plaza, y que se vieron asediados por casi 2.000 soldados. Al final, quedaron los dos bergantiñáns, que se batieron como pudieron, pero acabaron muriendo entre balas y machetazos.
El fuerte, ya desde ese mismo año, acabaría llamándose Rama y Cancela, aunque por error en esa placa los apellidos que figuraron fueron Rama y Caneda. En ella se leía: Viajero cristiano ¡detente y descúbrete! La tierra que pisas es sagrada. En nombre del Real Cuerpo de Infantería de Marina.
Esa acción se premiaría años después con la Cruz Laureada de San Fernando, y se perpetúan con lápidas conmemorativas en los cuarteles del Cuerpo.
El 15 de septiembre de 1912, en el cuartel Dolores de Ferrol, los mandos recibieron a sus familiares para rendirles un emotivo homenaje.