La derrota del Conservas Boya ante el Rasoeiro en Camariñas (21-28) pone a los hombres de Toni García en una delicada situación de cara al descenso en Primera Autonómica de balonmano. Los camariñáns dependerán de que el Calvo Xiria no baje, puesto que los arrastraría por el efecto cascada.
Conservas Boya
(21). Lalá (Cristian); Alan, Felipe (4), Quin (6), Eloy (2), Catalán (3), Moncho (2) -equipo inicial- Anxo, Marcos (3) y Dyango. Rasoeiro (28): Solla (Daniel Prieto); Bruno (2), Jaime (4), Borja (5), Juanjo (2), Dani Abalo (2), Alexo (2) -equipo inicial- José (1), Silva (2), Martín (4), Brais (1), Omar e Yago (3). Árbitros : Francisco Soliño y Pablo Portela. Mal. Su actuación fue determinante. Marcador cada cinco minutos : 1-4, 3-6, 5-8, 7-10, 7-13, 9-15 (descanso), 13-15, 15-16, 17-17, 18-19, 19-23 y 21-28. Incidencias : Buena entrada en el pabellón de Camariñas, con 150 aficionados en las gradas.
En la primera parte, el Conservas Boya no estuvo bien. Al técnico del equipo, Toni García, le faltó ajustar la defensa para evitar los cómodos lanzamientos del rival. En la segunda mitad, los anfitriones mejoraron atrás y reaccionaron. Cuando el resultado estaba 13-15 y en pleno arreón del Boya, una exclusión al banquillo -por protestas- dejó al equipo con uno menos durante dos minutos y evitó la progresión en el resultado. El choque fue muy igualado desde ese instante hasta llegar a los últimos cinco minutos, en los que el Rasoeiro consiguió una ventaja de cuatro goles que logró mantener hasta el final. El conjunto local intentó reducir diferencias, pero no lo logró y ahora está en una delicada situación al perder con un rival directo.