Los agentes registraron minuciosamente el restaurante O Canario en busca de estupefacientes
19 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.La Guardia Civil asestó ayer un duro golpe a la distribución de drogas en la zona de Fisterra, con la detención del que pasa por ser uno de los mayores distribuidores en activo de la localidad y los alrededores.
Ramón Santamaría, de unos 40 años de edad, era supuestamente el encargado de surtir de mercancía a los camellos del entorno. Entre ellos, según fuentes conocedoras de la zona, se encontraba el otro detenido, un veinteañero de nombre Idilio que frecuentaba la compañía de Santamaría.
Los investigadores desplazados desde Carballo y apoyados por agentes del cuartel de Corcubión los apresaron ayer por la tarde en el restaurante O Canario, situado en la calle Federico Ávila de la localidad. Los guardias, que estuvieron acompañados en todo momento por personal del Juzgado de Corcubión, registraron minuciosamente el establecimiento en busca de estupefacientes, hasta el punto de que llegaron a revisar los fondos de las mesas de la terraza para ver si en ellos se guardaba droga. Las unidades de la Guardia Civil también se desplazaron hasta la vivienda de Santamaría, situada en las inmediaciones del tanatorio fisterrán.
Se desconoce la cantidad de droga aprehendida, aunque según fuentes cercanas a la investigación, las detenciones no fueron producto de la casualidad, ni de una acción esporádica. Los agentes llevaban tiempo siguiendo las actividades de estos y otros vecinos de Fisterra, por lo que podrían estar en posesión de pruebas incriminatorias diferentes a las propias sustancias.
Al cierre de esta información, a última hora de ayer, los investigadores seguían en la zona, por lo que no se descarta que puedan practicar nuevas detenciones a lo largo del día de hoy en otros puntos de Fisterra o de los alrededores.
Segundo golpe en un año
El apresamiento de Santamaría llega después de que el pasado 21 de noviembre fuese capturado Manuel López Trillo, otro de los principales distribuidores de la zona que guardaba 3 kilos de hachís y 30 gramos de cocaína en su casa en el momento que los agentes llegaron a registrarlo y del que Santamaría habría captado parte de la clientela.