Además del restaurante O Canario, los agentes del área de investigación de Carballo y los guardias de Corcubión registraron los domicilios de los dos detenidos.
A Ramón Santamaría, según testigos que estaban presentes en la zona en el momento del registro, le decomisaron diversos tipos de drogas, sobre todo hachís y cocaína. Además, se incautaron una cantidad de dinero que podría superar los 25.000 euros y diversas piezas de joyería.
Con todo, las cantidades intervenidas podrían haber sido mayores porque, según fuentes de Fisterra, Santamaría estaba esperando la llegada de una nueva provisión de estupefacientes, que debería haber recibido el martes. Finalmente, la operación no llegó a concretarse, posiblemente porque los traficantes decidieron anularla al sentir cerca la presión policial. A Idilio Liñeiro le intervinieron una cantidad mínima de droga, aunque los agentes le consideran un vendedor habitual, al servicio de su cuñado.
Los propietarios del bar, en principio, no guardan relación con la venta, pero podrían sufrir consecuencias por, supuestamente, conocer y permitir el consumo de drogas.