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El nuevo «look» de una fuente enfrenta a los vecinos de Corme

M. V.

CARBALLO

El proyecto de la Fundación Torre Pujales para dar color a una vieja estructura ha puesto en pie de guerra a algunos lugareños

24 jul 2009 . Actualizado a las 12:00 h.

Esta semana ha quedado claro que a algunos vecinos de Corme no les gustan los cambios. No les gustan nada. Ha quedado claro con la particular batalla que han emprendido contra uno de los proyectos puestos en marcha por la Fundación Torre Pujales Museo de Arte Contemporáneo Costa da Morte, una entidad declarada de interés gallego. Varios miembros del patronato de la entidad salieron esta semana a la calle armados con pinceles y cubos de pintura con el objetivo de devolverle el aire marinero a la vieja Fonte do Campo. Comenzaron con el blanco y hasta ahí, ningún problema. Sin embargo, cuando las cerdas de los pinceles empezaron a mojarse en verde y azul estalló el escándalo y no tardaron en surgir las críticas de algunos vecinos, que incluso tacharon la iniciativa de «gamberrada» e incluso amenazaron con recoger firmas para paralizar los trabajos de pintado.

«Lo que ha pasado es incomprensible», se quejaba ayer Carlota Cuesta, patrona de la fundación y una de las pintoras de la fuente, quien recordó que los colores que han utilizado «son de inspiración marinera, dado que Corme es una famosa vila mariñeira que hay que restaurar poco a poco para que vuelva a tener el encanto que las construcciones modernas le han quitado». Asegura, además, que no se han puesto a pintar sin ton ni son, sino que el año pasado presentaron un detallado estudio en el Concello de Ponteceso en el que explicaban lo que iban a realizar. «Realizamos un estudio de los materiales de la fuente y descubrimos que solo es de piedra el brocal, los caños son de bronce y el fuste central de cemento», explica Cuesta, quien añade que el Ayuntamiento recibió un boceto en el que quedaba claro cómo iba a quedar la fuente. «Hasta que no dieron el permiso por escrito no empezamos», dice la patrona de la fundación Torre Pujales.

Sin embargo, la oposición de algunos vecinos va a echar por tierra sus planes. Tanto es así, que el teniente de alcalde ordenó ayer paralizar los trabajos y anunció que este mismo lunes volverán a pintar la fuente de blanco. Solo de blanco, como estaba hasta ahora.

«Os cormeláns acollemos a todo o mundo cos brazos abertos, pero ninguén ten que dicirnos como temos que comer os percebes», aseguraba ayer Antón Vidal, uno de los vecinos disgustados con el proyecto. Ni como comer los percebes, ni como pintar sus monumentos, porque aunque el refrán dice que «para gustos, colores», en el caso de Corme, de momento, de colores, nada. Solo se salva el blanco.