Llegaron el lunes para guarecerse del mal tiempo en alta mar, donde seguían ruta hacia el oeste de Rusia
03 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.La pregunta sigue flotando en el aire: ¿Qué hacen dos naves de la Armada argelina dos días consecutivos hasta ayer en la bahía de Fisterra? La explicación de la Armada, que ayer no dio más, es que pidieron permiso para fondear debido al mal tiempo. Puede que en su ruta hacia Rusia, más al Norte, pero esas apreciaciones cuesta creerlas en una zona en la que, salvo por el mar de fondo, lleva toda la semana muy tranquila. Pero son las que hay.
También está tranquilo el entorno del submarino y del buque anfibio de asalto. Los barcos de pesca, a lo suyo. Pasan cerca y las tripulaciones les saludan. No bajaron a tierra ningún momento. El patrón mayor, José Manuel Martínez, señaló que desde el sector observan ese inquilino de la ría con «curiosidade». Cree que igual afecte a algún aparejo de pesca de los barcos que faenan en las proximidades, «pero ninguén dixo nada nin se queixou».
Alicia Carrillo, de la empresa Buceo Finisterre, que lleva a sus clientes a una zona muy próxima a las naves, explicaba ayer que fueron los submarinistas los que pidieron ir a verlo. Hubo intercambio de saludos y de fotos, pero nada más. Por la mañana, la pareció que el sumergible se movía para volver a su posición original.
Sin datos
El alcalde, José Manuel Traba, no ha sido informado por ningún cauce oficial de la presencia de estos invitados y de sus motivos. Ni por la Armada, ni por Capitanía. No es necesario legalmente, pero al menos por cortesía. De hecho, él mismo fue uno de tantos vecinos que el lunes por la tarde se acercó a la zona de Cabanas (la más próxima al lugar, a unos 500 metros) para observar la llegada. Otros, seguramente la mayoría, lo avistaron desde Corbeiro, señala José Fernando Carrillo Lago, presidente de la Asociación de Vecinos Costa da Morte.
Algún lugareño ya especula con cierta ironía con que, si aguantan hasta las fiestas del Carmen de la localidad, coincidirán con los militares de la Infantería de Marina que, como cada año, desfilan en el paseo de A Ribeira y hacia San Carlos