El 60% de los partidos de la Primera Autonómica de Balonmano de la última jornada fueron suspendidos, pero el árbitro del Conservas Boya-Lugo decidió que el pabellón de O Areal estaba para jugar. Al final, los locales acabaron perdiendo en los últimos instantes (29-32) pero el protagonismo se lo llevó la concentración de humedad que convirtió la cancha en una pista de patinaje.
Conservas Boya: Lalá (p), Alan (2), Pincho (3), Churro, Felipe (10), Pombo (4), Quin (8), Eloy, Moncho (1), Félix (p), Caamaño (1), Barcia, Xabier y Perón.
Balonmano Lugo: Núñez (p), Tuda (3), Fran (4), Carlos Sánchez (1), Ágel, Mera, Seijas (p), Otero, Borja (10), Marcial (11) y Mendoza (3).
En el primer tiempo, los jugadores de Dioni Quelle se hicieron con el control del partido hasta llegar al 14-10. A partir de ahí, el encuentro se convirtió en un correcalles en el que el jugador más destacado fue el portero lucense. El último tiempo muerto que pidió el entrenador José Sánchez del Valle fue decisivo porque, tras la pausa, los visitantes se pusieron por delante en el marcador y ganaron el partido.