«O peixe está hoxe como fai dez anos», dice, gráficamente, el patrón mayor de Corme, Manuel Cousillas. El mar, explica, está notando los efectos de la crisis en una caída de la demanda y en una merma de las cotizaciones. El problema, señala, se nota especialmente en especies como el pulpo y la merluza, cuyo consumo está muy difundido. Los pescados y mariscos tradicionalmente más cotizados siguen caros, pero, en algunos casos, menos. En cuanto al percebe, Cousillas reconoce que se trata de una época tradicionalmente mala para el sector -la que va del 15 de septiembre hasta mediados de noviembre-, pero que las cosas van peor que otros años. Los ejemplares que en otras épocas se vendían a 80 euros el kilo oscilan ahora entre los 50 y los 60 euros por kilo. Los que antes costaban 60 euros no pasan de 35 o 40 euros por kilo. El precio medio que se está consiguiendo en Corme por ejemplares medianos está en los 40 euros por kilo. Las cosas fueron mejor otros años. En el caso de Muxía, los 64 percebeiros de la agrupación local están teniendo todavía más dificultades para colocar bien sus productos. Desde la agrupación local, cuenta Ramón Vilela que el problema es, en su caso, doble. Por una parte, hay una importante escasez de percebe. Los furtivos y la sobreexplotación acabaron con una gran cantidad de adultos reproductores y las piedras están más vacías. Por otro lado, el precio está bajo. Pocas capturas Las rocas que el año pasado dieron 20.000 kilos de percebe han permitido a los mariscadores recoger en lo que va del 2009 12.000 kilos. Cuenta Vilela que es prácticamente imposible que en diciembre se acerquen a los números del 2008. Además, en las subastas se recauda poco, entre 10 y 12 euros por kilo de los ejemplares más pequeños. Los más grandes, explica, siguen siendo caros. Hay pocos y el sector de la población que los demandaba sigue haciéndolo. Los buenos ejemplares pueden llegar a los 80 euros por kilo. Lo malo está en los de calidad media. Según Vilela, los percebeiros muxiáns están cobrando unos 20 euros por kilo de media. Con eso, dice, un percebeiro no pasa de 600 o 700 euros al mes de ingresos. Desde Fisterra explican que, como en el caso de Muxía, las especies tradicionalmente más demandadas siguen en precios altos y estables. Cuenta el patrón mayor del pósito, Manuel Martínez, que el rodaballo se vende en torno a 30 euros el kilo y que la lubina está entre los 15 y los 17 euros por kilo de media. El bajón, explica, se nota en otras especies cuyo consumo está más extendido. Ayer la pescadilla se vendió a 1,3 euros por kilo, una tarifa que no se veía en la lonja desde hacía años. El jurelo está bastante más barato, y un kilo se puede conseguir entre 20 y 30 céntimos de euro. También el pulpo bajó sensiblemente. Cuenta que los ejemplares de entre dos y tres kilos se están vendiendo a 5 euros por kilo, cuando habitualmente llegaban a 7 euros. Los de más de 3 kilos, a 6 euros, cuando solían pasar de 8. En el caso de la nécora se nota menos, pero tampoco pasa de 12 euros por kilo. Los santiaguiños, muy escasos, no rebasan los 40 euros. En algunas agrupaciones han decidido esperar hasta Navidad para volver a vender. Es el caso de Camelle. El patrón mayor, José Juan Bermúdez, explica que allí decidieron aguardar hasta mediados de diciembre para volver a las rocas, para tratar de maximizar los beneficios que pueda haber en la campaña de Navidad.