No se puede jugar con la autovía de la Costa da Morte. Lleva casi ocho años de retraso con respecto al plazo inicialmente previsto y esta comarca no se merece más demoras ni retrasos. Los políticos de Galicia deben centrarse en darle a esta comarca una infraestructura que le deben, no en ver quién saca más votos de un proceso que se eterniza incomprensiblemente.