La lonja de Fisterra comercializará, en el plazo de unos meses, almeja babosa y longueirón sin necesidad de depuración previa, ya que la zona en que se recolectan estos bivalvos está calificada como A, lo que significa que no hay ningún tipo de contaminación, por lo que los moluscos pueden ser consumidos tal y como salen de la arena. Para septiembre se calcula que ya estará listo el centro de expedición, que es una caseta con una máquina que agrupa el longueirón en partidas de 5 o 10 kilos para su traslado a la lonja. La cofradía decidió realizar pequeños paquetes para favorecer la compra por parte de las pescaderas o de los pequeños establecimientos de hostelería. Con la declaración de zona A se reducirán considerablemente los costes, por lo que las ganancias de los mariscadores serán mayores. Actualmente, la depuración cuesta un euro por kilo. Por lo que se refiere a la almeja babosa, en los próximos meses comenzará a aplicarse el plan de explotación. El patrón mayor, José Manuel Martínez Escarís, calcula que en octubre podrán comenzar a trabajar de forma legal, ya estos bivalvos son muy atractivos para los furtivos, que acuden constantemente a la zona. El representante de la cofradía confía en que las almejas lleven buen precio cuando salgan al mercado, puesto que son de gran calidad y el hecho de que no deban ser depuradas podría incrementar su valor para los compradores.