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«No se trata de buscar culpables, sino de que no vuelva a pasar»

Juan Ventura Lado Alvela
Juan Ventura Lado CARBALLO/LA VOZ.

CARBALLO

El representante diplomático fue el encargado de informar a los padres de Giulio Recusani de la desaparición de su hijo

28 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Al vicecónsul honorario de Italia en A Coruña, Francesco Milani, le ha tocado la difícil papeleta de comunicar a los padres del joven Giulio Recusani que su hijo había desaparecido en la playa Mar de Fóra de Fisterra.

-¿Qué preocupaciones le transmitieron los padres de Giulio?

-Fui a recibirlos al aeropuerto el martes y luego los acompañé a Fisterra. Querían ver el lugar en el que había desaparecido su hijo. Estuvimos hablando con la Guardia Civil y luego les ayudé para que alquilaran una zódiac de una empresa de submarinismo. Se alojaron en un hotel y al día siguiente fueron hasta el puerto y dieron una vuelta por el cabo para conocer la zona del accidente.

-¿Qué les dijeron en Fisterra sobre el accidente?

-Cuando llegamos se notaba que éramos de fuera y todo el mundo empezó a sospechar que se trataba de los padres de Giulio, por lo que nos empezaron a contar y ellos se hicieron una idea muy mala de lo que había pasado por el testimonio del amigo alemán y por lo que decía la gente de la playa. Según esta gente, Giulio estuvo 45 minutos nadando y no fue hasta pasada una hora y veinte cuando llegaron los medios de Salvamento.

-¿Presentaron alguna queja por las actuaciones?

-Ellos tienen en el cuerpo la rabia normal y comprensible por lo que sucedió, aunque supongo que con el paso del tiempo eso se irá debilitando. La principal queja es por el tema de la señalización, que nos parece deficiente. Es cierto que en el acceso principal hay un cartel que avisa del peligro, pero nosotros entramos por un sitio que no es el oficial y allí no hay ninguna señal de peligro.

-¿Cree que se podría mejorar este aspecto de la seguridad?

-Desde luego. Hay un cartel de 40 por 40 en cuatro idiomas que prohíbe bañarse y alerta sobre la peligrosidad, pero justo al lado hay un atril de 1,50 por un metro en el que se explica la flora y la fauna de la playa. Yo creo que con uno así sería más fácil que la gente lo viese y se podría informar de las corrientes, las condiciones del mar, de que no hay socorristas, del problema del mal tiempo y de que el salvamento puede tardar para que no se bañen.

-¿Por qué cree que los peregrinos se aventuran en una zona tan peligrosa?

-Parece ser, por lo que me han dicho, que se ha convertido en una moda. Antes la gente se conformaba con llegar a Santiago y después a Fisterra. Ahora, para los peregrinos es como una especie de ritual llegar y bañarse en esa playa, que es la más peligrosa. La verdad, da miedo que esto se pueda convertir en una costumbre.

-¿Van a iniciar algún tipo acción diplomática?

-Le enviamos un comunicado a la Delegación del Gobierno para que tenga en cuenta lo que ocurrió. No se trata de buscar culpables, porque esto sucedió en España pero podría ser en Italia igualmente, sino de tomar las medidas necesarias para que no vuelva a pasar. No me gustaría tener que volver a llamar el año que viene a otros padres para decirles que su hijo ha desaparecido, porque en esta ocasión me tocó a mí hacerlo y le aseguro que no es nada agradable.

-¿Han habilitado alguna fórmula de apoyo para los padres?

-Hemos estado preparando una eventual repatriación del cuerpo por si llegase a producirse. Para eso hay que seguir la burocracia habitual, pedir los permisos de las autoridades médicas aquí y allí. Es un proceso que puede durar uno o dos días, pero no habrá ningún problema. Tanto el viceconsulado como la embajada están a disposición de la familia para lo que necesiten.