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Orejas y filloas para endulzar el paladar en carnaval

m. valiña CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Los postres más típicos invaden los escaparates de las panaderías

06 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Todo aquel que haya decidido ponerse a dieta justo en estas fechas deberá hacer un esfuerzo extra, no solo para evitar los pantagruélicos cocidos de estos días, sino también para no caer en la tentación de llevarse algo dulce a la boca. O bien no sale de casa, o cuando esté en la calle evita mirar hacia los escaparates de las panaderías y pastelerías de la comarca, que estos días se han llenado de los postres típicos de carnaval, sabrosas propuestas a las que es imposible resistirse.

La oferta repostera de entroido se limita, sobre todo, a las orejas y a las filloas, a las que desde hace muchos años se han unido también las rosquillas. Sin embargo, cada vez son más los establecimientos que ofrecen otros postres a los que les han dado un carácter entroideiro. Es el caso de las buñas, de la panadería Roiser, en Coristanco, donde los fines de semana también elaboran las flores de carnaval, una propuesta laboriosa y de sabor parecido a las orejas que se realiza con un molde especial. Otra de las alternativas es, por ejemplo, el famoso roscón de la panadería carballesa Celia, que, según explica Rocío Méndez, tiene adeptos todo el año (es típico acompañarlo con queso), aunque en carnaval se vende mucho más, ya que, aunque parezca increíble, no a todo el mundo le gustan las orejas o las filloas.

Más cómodo

Aunque muchos son los vecinos de la comarca que siguen elaborando en casa los postres típicos de carnaval, lo cierto es que los más jóvenes han decidido dejar la repostería en manos de los expertos. «As orellas e as filloas dan moito traballo, e moita xente tampouco sabe facelas», explican la panadería A Milagrosa de Carballo, a donde el viernes, día en el que es habitual que los escolares lleven postres a los colegios, acudieron muchas mamás con poco tiempo para «pelearse» con los ingredientes de filloas y orejas.

Pero para aquellos a los que todavía les gusta meterse en la cocina pero no tienen maña con las recetas, en A Milagrosa tienen la solución, ya que allí también pueden encontrar la masa (diez euros el kilo) para hacer las orejas en casa. El establecimiento carballés es también de los pocos de la capital de Bergantiños que expone las filloas rellenas (de nata o de crema), ya que, según explican en otros despachos, la mayoría de los clientes o bien las prefieren al natural, o bien se decantan por endulzarlas en casa.

El trabajo que da elaborar las orejas es lo que ha hecho que cada vez sean más populares en las panaderías de la comarca, donde, para que estén frescas, las elaboran a diario, algo para lo que han de emplear varias horas. En la panadería Celia, por ejemplo, hacen al día más de 800 unidades, un número ingente en el que se emplean a fondo seis personas. Sus orejas son, además, bastante diferentes a las de otros locales, ya que en la panadería carballesa las elaboran con una larga tira de masa a la que después, una vez en la sartén, le dan forma de espiral. En Celia, como en la mayor parte de las panaderías de la comarca, las venden a un euro el kilo, aunque en otras tiendas, como en las panaderías Lita y Manolo, prefieren ofrecerlas por peso (alrededor de 15 euros el kilo), para evitar que los clientes se quejen de que unas son más grandes que otras.

La forma e incluso el sabor de las orejas varía mucho dependiendo de la panadería, pero en lo que todas coinciden es que el antojo de los clientes apareció hace ya varias semanas. De hecho, en muchos negocios comenzaron a elaborar los postres de carnaval justo después de Reyes y según explican en la panadería Manolo, «había quien las pedía en junio».