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Dinero sin control al menos en dos municipios para las fiestas y para otros fines

La Voz

VIGO CIUDAD

08 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El fondo de la operación Orquesta está marcado por el dinero. Llegaba en sobres que iban a parar a empresarios, regidores, concejales y funcionarios. Solo en Cee la constructora pagó 49.000 euros, una cantidad que nadie recuerda que haya recibido nunca una comisión de fiestas.

El dinero lo llevaban personalmente los empresarios y se lo daban a la persona correspondiente en cada lugar. En Mazaricos lo recogió el alguacil con el visto bueno del teniente de alcalde. Fueron 5.000 euros, motivo por el cual el alguacil fue detenido y tuvo que pagar fianza.

En Cee además del dinero de Jorge López y de los 29.000 euros que recibió Ramón Vigo para pagar las fiestas, están los 12.000 euros de su concejal de Obras, cantidad que no tenía como destino fiesta alguna.

La relación entre constructores y políticos es habitual en la zona. Los dueños de Ogando hablaban con frecuencia con diversos cargos locales y los técnicos de la empresa y de algún ayuntamiento también tenían un trato más o menos habitual.

Hay decenas de horas de grabaciones telefónicas en las que se reflejan esos vínculos que en algún caso podrían haber traspasado los límites profesionales y la legalidad del sistema de adjudicaciones.

Comidas frecuentes

En el caso de Fisterra existen menos grabaciones. Se supone que muchas cuestiones relativas a las obras se tratarían en las comidas que frecuentemente compartían el alcalde y los empresarios de la construcción. Hay constancia de numerosas llamadas entre ellos.

Hay escuchas que apuntan a indicios de ilegalidades por los que tanto el regidor, José Manuel Traba, como los ediles Santiago Insua Esmorís-Recamán y Ramón Redonda González (números dos y tres, respectivamente), están imputados.

La empresa sería un colaborador habitual para la realización de trabajos, como la cesión gratuita de grupos electrógenos para las fiestas. En una ocasión la constructora no los tenía disponibles y le pidió precio a otra empresa. Al otro lado del hilo el interlocutor se queja del regateo: «Nós non levamos obras millonarias», dice.

En Mazaricos la compañía también habría ayudado a sufragar fiestas.