El alcalde de Fisterra, José Manuel Traba, viajará mañana a Hungría (país que ostenta la presidencia de la Unión Europea) para participar en un encuentro intergubernamental sobre el Patrimonio Europeo. Fisterra es uno de los cuatro lugares españoles que tienen esta distinción, hasta ahora un acuerdo multilateral, pero que antes de finales de año logrará carácter oficial pleno con efectos vinculantes entre los 27 países que forman la UE, tras unos trabajos preparatorios que han durado años.
Traba forma parte de la pequeña delegación española, perteneciente al Ministerio de Cultura, que acude a esta cita que se celebra en la ciudad de Visegrado (43 kilómetros al norte de la capital Budapest), en la que intervendrán numerosas autoridades húngaras y comunitarias y expertos en la materia, como Bénédicte Selfslagh, el secretario general del Icomos, el organismo que concede las distinciones del Patrimonio de la Humanidad. El Europeo estará justo un escalón por debajo.
Traba ya ha participado en otros encuentros similares, aunque el húngaro adquiere una relevancia especial, ya que probablemente será el último en el que el patrimonio Europeo solo tenga vigencia entre los países que firmaron los acuerdos respectivos. Son 18 Estados en total que han dado este estatus especial a los 67 lugares elegidos, entre ellos las catedrales de Braga o Ginebra (Suiza también forma parte), la Acrópolis griega o la abadía francesa de Cluny.