Cuarenta empresarios de la zona asistieron a la primera reunión
14 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Tras una década de anuncios y gestiones, el consorcio de turismo de la Costa da Morte sigue sin existir, pero el proyecto no está muerto. Por lo menos no del todo. La Asociación de Profesionais do Turismo da Costa da Morte (APTCM) trata de resucitarlo, retomando la idea planteada en su día por la Diputación y poniéndola en marcha con fondos propios y municipales.
La entidad se reunió ayer con el sector en la Casa da Cultura de Vimianzo, una sesión informativa que juntó a 40 empresarios de toda la Costa da Morte. Algunos de los que intervinieron se mostraron críticos con lo hecho hasta ahora y, aunque el consorcio interesa, en los postulados de algunos se respiraba cierto escepticismo.
Quien explicó la larga y fallida gestación del ente fue Manuel Pan, presidente de APTCM, quien, además de repasar los baches en el camino, destacó los peligros de un futuro sin él. De entrada, desde la Xunta les comunicaron que su colaboración se presta a aquellos destinos organizados con un ente gestor. Los tienen en las Rías Baixas, Ribeira Sacra, A Mariña y las ciudades, por ejemplo, todos ellos representados con espacio propio, sin ir más lejos, en la última feria de turismo de Bilbao. La Costa da Morte aparecía entre los folletos en el puesto de Turgalicia, pero no con entidad propia. Un asociación como APTCM, además, no será tenida en cuenta por la Xunta como una entidad representativa.
Por todo ello, y por el riesgo de que la oferta comarcal pierda presencia en los distintos mercados, Pan abogó por sacar adelante el consorcio, que primero se frenó cuando la Xunta decidió abandonarlo y después se quedó por el camino a pesar del interés de la Diputación.
Pan propuso recuperar los estatutos propuestos por el ente provincial, que deberán ser modificados y aprobados por cada ayuntamiento. Los fondos procederían de las aportaciones municipales, en un arco que iría de los 2.700 euros al año de Dumbría a los 13.700 euros que pondría Carballo.
Para no depender en el arranque de esos ingresos, APTCM está en disposición de poner, de entrada, 60.000 euros. Confía en que con 90.000 euros al año se pueda iniciar el trabajo, suficiente para que una gerencia empiece a moverse, y cuenta con que la aportación de los empresarios quedaría cubierta por los próximos dos o tres años. Después tocaría pasar por caja y contribuir. «Se isto non sae adiante agora eu non pelexo máis», dijo Pan ante un auditorio en el que algunos no entendían qué fue lo que frenó todo cuando ya estaba hecho y otros se preguntaban por la utilidad de acudir a ferias. «Se na Costa da Morte non hai máis ocupación despois de ir a unha feira, entón non valen de nada», admitió Pan. En los próximos días se reunirá con asociaciones y alcaldes de la comarca para reiniciar el proceso.