El Camiño de Fisterra es como una gran arteria que suministra oxígeno económico, cultural y social a toda la Costa da Morte. La antigua vía, que se ha ido recuperando y dando fuerza en los últimos veinte años, se ha convertido en el mejor espejo de esta comarca, el maná silencioso e infinito que hay que cuidar como oro en paño. Invertir en el Camiño es invertir en el futuro.