El objetivo es que todos los vecinos decidan qué hacen con los montes de mano común
22 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Medio centenar de vecinos asistieron el sábado por la noche a la reunión convocada por la gestora que, de forma provisional, se encarga del monte vecinal de Agualada. El objetivo de la directiva, encabezada por Manuel Feliciano Torres, era aprobar los estatutos de la agrupación, paso imprescindible para legalizar los terrenos de mano común que han provocado la división vecinal. De hecho, durante la reunión se produjo un pequeño enfrentamiento, que todas las partes atajaron, ya que, en lo que sí coinciden es que «Agualada sempre foi un pobo moi unido e é unha pena que o monte acabe por separalo».
Precisamente, y en busca del consenso general, el presidente de la gestora, aceptó la propuesta de uno de los asistentes de elaborar una lista de comuneros para, en tres o cuatro semanas, «decidir entre todos cal é o seguinte paso que damos». Según indicó Manuel Feliciano Torres «poderá anotarse unha persoa de cada casa, que vivan no pobo un mínimo de dez meses ao ano». Una vez realizado el censo (pueden inscribirse en el bar O Pizarrillo o en la vivienda de Torres), añadió, todos los comuneros decidirán qué hacen con el monte vecinal.