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La proliferación de fuegos afea y hace peligrar el Cabo Fisterra

carballo / la voz

FISTERRA

Numerosos peregrinos abandonan con frecuencia ropa y calzado

23 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La punta del Cabo Fisterra arrastra cada vez más peregrinos y visitantes (este mes es raro bajar de las mil personas que acceden cada día al interior el faro, pero fuera son muchas más), con todo lo positivo que eso implica para la proyección de la localidad y la ganancia del sector hostelero, turístico y todos sus derivados.

Pero las aglomeraciones también tienen su parte negativa, especialmente en un lugar tan emblemático como la punta del Cabo, más allá del faro: cada vez hay más fuegos sin control y más basura (ropas, calzado, plásticos) abandonados, dando una imagen de descuido impropia de uno de los lugares simbólicos y más visitado de Galicia.

El problema no es nuevo. Incluso Adega hizo una llamada de atención a los peregrinos el año pasado. Simplemente, va a más. El domingo, en un recuento rápido, no exhaustivo, de la zona, se podían encontrar al menos 16 lugares en los que se hizo fuego recientemente. En esas mismas zonas se podían ver muchas prendas y calzados abandonados. En todos los casos, para dar salida a los ritos de los peregrinos de quemar o dejar alguna de sus prendas en la meta, ya terminado el Camiño.

Ocurre que está prohibido hacer fuego fuera del quemadero habilitado para ello, y cada uno lo hace donde quiere. Desde el Concello lo han advertido muchas veces (aunque no hay cartel, como sí lo hay para prohibir subirse a las dos torres, otra práctica antes frecuente) a los peregrinos, y en el albergue no se cansan de hacerlo. No obstante, son muchos los viajeros que no pasan por él, así que, o no se enteran de la prohibición, o no quieren enterarse. «Nós non podemos ter un policía alí 24 horas», explica el alcalde. Ayer sí que fue uno para exigir a unos peregrinos que retirasen su tienda de campaña, colocada el domingo junto al bar O Refuxio, a pocos metros del faro (lo nunca visto). Además, el Concello limpia las ropas con frecuencia.

Además de la estética, el problema de los fuegos es que pueden generar incendios forestales, como ya pasó varias veces.