El urbanista catalán, encargado de la revisión del Plan General, propone la renovación progresiva del puerto
18 sep 2007 . Actualizado a las 14:00 h.La empresa BAU-B Arquitectura y Urbanismo S.L., adjudicataria del concurso para la revisión del PGOM coruñés, tendrá definidas las primeras estrategias para la ciudad en el plazo de tres meses, adelantando en un mes el plazo fijado inicialmente para finalizar los trabajos sectoriales y de diagnóstico. El responsable de este estudio, el urbanista catalán Joan Busquets, avanzó que estas primeras conclusiones son imprescindibles para «tener la capacidad de planear el futuro de A Coruña, si no sería imposible».
Destacó que la reforma de la fachada marítima es uno de los elementos más importantes de la revisión del Plan General y la propuesta que Busquets pondrá sobre la mesa tratará de que «esa recuperación del puerto se haga por fases». En este sentido, indicó que «la ciudad debe ir ocupando esta zona progresivamente, al mismo tiempo que se retiene en ella la actividad comercial, poniendo muy poco a poco las piezas que dan acceso a la fachada marítima con el objetivo de que la gente vea que se le dan buenos usos».
Joan Busquets explicó también, tal y como reflejó en su propuesta para construir la Ciudad del Mar, «que A Coruña tiene que ir conquistando el agua, y que la presencia del agua cambie los usos». Se refirió en concreto a que en la zona deben seguir coexistiendo el puerto deportivo, los muelles para los barcos pesqueros, la llegada de trasatlánticos... «con las nuevas actividades que vayan surgiendo cerca del mar». Subrayó que recuperar el puerto «no significa llenarlo de edificios, sino que éste esté lleno de actividad» durante todo el año.
El arquitecto y urbanista encargado de la revisión del Plan General también explicó que con el nuevo documento se crearán mecanismos para permitir la relación entre los barrios coruñeses: «Queremos que haya canales de conexión entre las partes de la ciudad, ya que A Coruña tiene un tamaño, una economía y una densidad adecuada para que el transporte público tenga un rol más eficaz». Apuesta, además, por que el PGOM abra las puertas a un tipo de «movilidad más dulce» y con menos impacto negativo en la ciudad.
Otro de los retos que se plantea es crear las estrategias necesarias para optimizar la relación con el área metropolitana.