Juan José Pérez Iglesias, de 49 años, apareció muerto ayer por la mañana en las inmediaciones de la caravana en la que vivía con un fuerte golpe en la cabeza, en el poblado chabolista de las antiguas instalaciones de La Toja, en A Pasaxe. El hombre deja un niño de siete años que se encuentra internado en el colegio Santiago Apóstol, de As Xubias. Su mujer, según comentan sus vecinos, «los abandonó hace unos dos años».
Hasta el lugar del suceso se desplazó la Policía Nacional, que alertó al servicio de urgencias del 061. Al poblado llegó de inmediato una ambulancia medicalizada. El equipo de facultativos tan sólo pudo confirmar la muerte de Pérez Iglesias.
Hasta el momento se desconocen las causas y la hora en que se produjo el trágico suceso. Varios vecinos de la víctima comentaron que sobre las nueve menos cuarto de la mañana fue cuando fue encontrado el cadáver: «Estaba tendido entre la caravana y su automóvil, con la cabeza y la cara ensangrentada». Fue el padre de uno de los jóvenes residentes el que hizo tan macabro hallazgo: «Se levantó a llevar los niños al colegio y ya vio a Juan tirado. Trató de reanimarlo, pero ya estaba frío, y avisó a la policía», narró.
Los residentes del poblado indicaron que el fallecido «se encontraba muy delicado de salud». Le habían practicado recientemente una traqueotomía, y además tenía serios problemas de respiración, hasta el punto de que la caravana estaba enchufada a varias botellas de oxígeno medicinal.
Hipótesis
A falta de las pruebas resultantes de la autopsia, se barajan varias hipótesis sobre las causas que le provocaron la muerte.
No se descarta que el hombre saliese por la noche de la caravana a cambiar el regulador de oxígeno de una botella a otra «y que por falta de luz cayese y se golpease con la cabeza contra el suelo causándole heridas mortales». También es posible que sufriese una indisposición «y al querer coger el coche para ir al hospital se cayera y se golpeara».