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Más de mil personas marchan contra el realojo de chabolistas

A CORUÑA

19 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Tras una pancarta con el lema «Queremos las cosas claras», más de un millar de personas se manifestaron para oponerse a los realojos de chabolistas del poblado de Penamoa en el barrio de Mesoiro. De nada sirvieron para ellos los constantes desmentidos del gobierno local. Siguen convencidos de que en su barrio será el destino de unas familias que, según los organizadores, acarrearán irremediable delincuencia tras de sí.

«Nos convocamos por el foco de droga que puede venir a nuestros barrio», decía Humberto Ramírez, presidente de la asociación vecinal en la plaza de Orense, minutos antes de iniciar la marcha. ¿Pero se sabe que van a producirse los realojos? «Hay datos que dicen que sí. Los estamos mirando, hay cosas que no están claras y nos las tienen que aclarar. Cuando se aclaren esos puntos raros, todo esto se terminará».

A las ocho de la tarde arrancó la marcha con destino a la plaza de María Pita. Además de Mesoiro, había representantes vecinales de Los Rosales y Eirís, que se solidarizaron con ellos. «Os apoiamos -explicaba Suso Pardo, de la asociación de vecinos de Eirís- porque o noso barrio estamos afectados tanto como eles. Ou máis, porque vimos as listas e nos caen 22 familias de raza xitana. Nos sorprendeu moito porque a lista saíu ao día seguinte das eleccións, e iso molestou moitísimo aos veciños».

Lemas como «Mesoiro sí, Drogas no», «Mesoiro unido jamás será vencido» o «Los camellos al desierto» se coreaban entre bocinas, cacerolas y trompetas, mientras no paraban de sumarse participantes a la marcha. «!No nos mires, únete!», reclamaban. Hizo efecto: la marcha engordaba a cada paso. Decenas de personas se adherían a la causa y las consignas se multiplicaban: «Pagamos impuestos y miramos a lo nuestro», «no somos racistas, somos realistas», «si quieres un piso, hazte chabolista», etcétera.

Encabezando la manifestación, se podían distinguir madres con los carritos de sus bebés. «Hijos sí, drogas no», gritaban. Cada cierto tiempo, como si de un vía crucis se tratara, se hacía una parada. Se decía que querían hacer coincidir la manifestación con la procesión. Se decía que en ella estaba Javier Losada. De nuevo empezaban los rumores, los bulos y la improvisación. Entre ellos cinco se pusieron unas jeringuillas, imitando toxicómanos diciendo: «Vamos a Mesoiro».

Corte de tráfico

El paso de la manifestación hizo que el tráfico se resintiera. Durante más de una hora, en el tramo comprendido entre la plaza de Ourense y Puerta Real. Ello provocó largas colas y retenciones.