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La obra fue realizada a partir de un boceto de González Giménez, enemigo del padre de Picasso

La Voz

A CORUÑA

13 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La estancia de la familia Ruiz Picasso en A Coruña, donde vivió entre 1891 y 1895, la amargaron tres hechos. El tiempo (la lluvia, el viento y el frío de A Coruña nada tenían que ver con el cálido clima de Málaga), la muerte de la pequeña de la familia, Conchita (víctima de la difteria) y José González Giménez. Los enfrentamientos entre éste y José Ruiz fueron constantes en el seno de la Escuela de Bellas Artes, donde ambos trabajaban como profesores, y el padre de Picasso también como secretario. Así consta en el libro de Ángel Padín Los cinco años coruñeses de Pablo Ruiz Picasso .

González Jiménez fue el ganador del concurso convocado por el gobierno local para elegir el diseño de la estatua a la heroína local, pera la obra no se llegó a ejecutar. El boceto se conserva en el Archivo Municipal, y fue recuperado cuando, en 1996, se decidió remodelar la plaza y colocar en ella una estatua.

Variaciones sobre el original

El elegido para realizar la pieza fue José Castiñeiras, el hombre que ha llenado de estatuas la ciudad: «Tengo más de veinte», precisa. La primera fue la de Luis Seoane, en la zona de los Nuevos Ministerios: «Me presenté al concurso, gané y, a partir de ahí, no paré». Entre otras, llevan su firma las gaviotas de la plaza de Portugal, las catalinas de la rotonda de la avenida de Buenos Aires, los surfistas del paseo marítimo del Orzán o la estatua de Casares Quiroga en la plaza dedicada al político republicano. «Partí del boceto del siglo XIX, pero hice bastantes variaciones», explica sobre la de María Pita el escultor de Val do Dubra.