Javier Losada desea que se conserven los restos de las murallas que han aparecido en las obras de excavación del futuro párking del Parrote. El alcalde considera que, visto el alto valor histórico y la gran importancia de estos restos, deberían permanecer visibles y no quedar sepultadas dentro de las obras del nuevo aparcamiento.
Sobre esta cuestión decidirá la Xunta, que todavía no se ha pronunciado al respecto. Las obras, que está realizando en estos momentos la empresa Copasa, todavía permiten su replanteamiento para acoger esta posibilidad.
El Concello considera que, pese a las modificaciones necesarias, la conservación de las murallas y el funcionamiento del párking son compatibles.
Los restos de la muralla se hicieron visibles en junio del 2006, durante las tareas de excavación. En su momento se desconocía la procedencia histórica, llegándose a barajar si se trataba de las antiguas murallas romanas de la ciudad, si correspondían al puerto romano o si las piedras formaban parte de un muelle levantado en una época posterior, durante la Edad Media.
El Concello recuerda que existen ya precedentes recientes en la ciudad, de experiencias similares. A ese respecto, se señalan los restos de las antiguas murallas de la ciudad que se pueden ver en Puerta Real y el proyecto para las tumbas romanas de la calle Agar. En el primer caso, el hallazgo, resultante de la instalación de unos contenedores, fue musealizado por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, aunque de un modo diferente al propuesto por el Ayuntamiento. El Concello planteó instalar los restos arqueológicos en el interior de una gran arqueta o un foso cerrado con techo de vidrio, configurando una especie de vitrina enterrada que permitiría exponer el trozo de muralla. Sin embrago, la Xunta optó por la solución que se puede ver en la actualidad.
Otro de los tesoros históricos descubiertos recientemente fueron los restos romanos encontrados en la calle Agar. La concejalía de Medio Ambiente descubrió una necrópolis en la excavación para instalar contenedores subterráneos. De todo ello, dos tumbas romanas estarán protegidas por una vitrina siendo visibles al público que se acerque a ellos.
Los trabajos de recuperación en este caso supondrán un desembolso de más de 170.000 euros y las obras, que ejecuta una empresa especializada, Palladium, estarán concluidas antes del próximo verano. La peculiaridad es que, entre las dos tumbas, se insertará un espacio en el que se colocarán los contenedores subterráneos. «No habrá peligro para los restos, pues son de elementos no contaminantes y la solución cuenta con el beneplácito de todos los técnicos», afirmaban desde María Pita.
El Concello señala que hecho de que existan estos dos precedentes no significa que sean los único modelos que se puedan seguir para la conservación de los restos descubiertos en el paseo del Parrote.