El plan estratégico del puerto exterior de punta Langosteira calcula poner en marcha -antes del año 2013- 4,5 millones de metros cuadrados de suelo industrial, al tiempo que prevé convertir las instalaciones coruñesas en el referente portuario de todo el norte de la península. Todas las cifras que se manejan en estas infraestructuras son enormes. Entre esos números se diluyen los casi 400 habitantes de Rañobre y Suevos. Los vecinos de estos núcleos temen que sus pueblos acaben desapareciendo absorbidos por el futuro. Un futuro que es industrial, y que convertirá la zona en el motor económico de Galicia, pero que a ellos nadie les ha explicado qué les aportará: «Queremos información. Solicitamos unha reunión coa Autoridad Portuaria».
El que habla es Víctor Naya, portavoz de la plataforma de afectados. Naya señalaba ayer, en un programa de Radio Voz, que «non vemos claro o futuro», después de los recientes anuncios de previsiones de crecimiento para las instalaciones. «Se son certas, aos veciños van a ter que explicarnos onde quedamos», añade. Las obras ya están a menos de 30 metros de algunas de las casas y con las terceras expropiaciones se va a rebajar en 35 metros la cota de un monte que actúa de barrera natural entre el puerto y Rañobre: «Din que teñen un estudo de impacto medioambiental, pero o teñen para a primeira expropiación, e esta é a terceira».
José Manuel Eiroa, presidente de la asociación vecinal de Rañobre lo tiene claro: «O pobo vai desaparecer. Van precisar de unha zona se servizos enorme e as nosas casas quedarían totalmente acogotadas».