La Fábrica de Armas, que ahora encara un posible traslado, pasó por varias sedes desde su puesta en marcha en 1937
06 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Con motivo del posible próximo traslado de la Fábrica de Armas, bueno será recordar las sedes que ha tenido desde su instalación en A Coruña en febrero de 1937.
Fue en plena Guerra Civil cuando, ante la situación creada en Asturias, se planteó la necesidad de complementar la producción de la factoría de Trubia, en Oviedo. La situación de la capital coruñesa, en plena retaguardia, era favorable para la instalación de la misma.
El primer local estuvo en la planta baja del actual edificio de Correos y Telégrafos. Después fueron ocupados los grupos escolares Eusebio da Guarda y Curros Enríquez, así como el grupo de talleres La Torre, construido en terrenos del Ministerio del Ejército.
Posteriormente comenzó la entrega de armas de siete milímetros y continuó la fabricación sin interrupción hasta 1944, en que se cambiaría el calibre por el de 7,92 milímetros. Entre abril del 38 y junio del 39 se produjeron 6.500 fusiles ametralladores y desde julio del 37 hasta junio del 39 un total de 142.000 armas máuser. Asimismo, el personal estuvo militarizado y llevaban como identificación un brazalete de la fábrica, debiendo saludar a sus jefes y oficiales. Ante la carencia de personal especializado, hizo que se enviasen a la planta industrial coruñesa numerosos prisioneros de guerra.
Primer director
El primer director fue, interinamente, Saturnino Fernández, al que sucedió, también interino, David García López. Ya con carácter efectivo, se hizo cargo, en agosto de 1937, el teniente coronel de Artillería José María Fernández Ladreda (futuro ministro de Obras Públicas), siendo relevado en el mes de diciembre de dicho año por el coronel Víctor Landesa, que permaneció hasta el final de 1939, fecha en que se nombró al coronel Luis Mariñas Gallego. Otros directores serían, hasta el traslado a la actual sede de Palavea, López Escobar, Gándara, Quintana y Villegas.
Terrenos
En 1947, la comandancia de Obras de la VIII Región Militar ultimó el proyecto de la nueva fábrica y el Ayuntamiento coruñés acordó la cesión de la mayoría de los terrenos de Palavea (otros que eran de propiedad particular fueron expropiados), iniciándose las obras en 1949. La superficie inicial fue posteriormente aumentada, llegándose a los casi 300.000 metros cuadrados actuales.
En 1955 se inició la instalación del primer taller, que empezó a trabajar en su nuevo emplazamiento en el verano del año siguiente. Un año después se trasladaría la dirección y los servicios administrativos. La nueva fábrica, que constaba de ocho grandes naves, fue inaugurada por Francisco Franco el 6 de septiembre de 1958, dedicándose a la instalación de armamento portátil de repetición, mosquetones, subfusiles y pistolas de señales.
La plantilla era de 1.241 empleados, formándose la totalidad del personal de oficio en la propia fábrica con una escuela obrera en la que se recibía, a lo largo de cuatro años, una formación técnica y militar. En el orden social, tenía el personal un servicio de economato y el montepío de previsión construyó, en terrenos próximos a la fábrica, un grupo de 118 viviendas de renta reducida para los empleados.