La instalación, terminada en el 2008 tras una inversión de dos millones, está pendiente de un permiso de Portos de Galicia para recibir el suministro
07 abr 2009 . Actualizado a las 02:46 h.La construcción de la estación depuradora de aguas residuales de Fisterra supuso a la Xunta un desembolso de dos millones de euros. Una infraestructura modesta si se compara con los 162 que costará el saneamiento integral de Vigo, los 40,6 del de Ourense o los 32,6 de Santiago. Y un grano de arena entre los aproximadamente 11.793 millones del presupuesto autonómico para este año. Pero la instalación de este municipio coruñés ejemplifica cómo la falta de comunicación entre las Administraciones acaba torpedeando algunos proyectos.
La depuradora de Fisterra, construida con los fondos de la Consellería de Medio Ambiente, se terminó a finales del año pasado. Cuenta con tres plantas de bombeo, una situada en la zona de San Roque, otra en la Anchoa y una en el puerto de la localidad. Esta última, según manifiesta el alcalde de la villa, el popular José Manuel Traba, es la que está generando más dificultades para que la estación de aguas residuales entre en funcionamiento. Necesita un permiso de Portos de Galicia, el titular del terreno donde se ubica, para que la compañía Eléctrica del Xallas proporcione el suministro a la pequeña planta de bombeo y poder así enviar las aguas del alcantarillado hasta la instalación, lo que completaría el saneamiento integral del municipio de Fisterra.
«Imprescindible»
Después de varios meses esperando por este permiso, una parte de los cerca de 4.000 habitantes a los que dará servicio se hartaron y decidieron pasar a la acción. La Asociación de Vecinos de Fisterra remitió ayer un escrito de protesta dirigido al presidente de Portos de Galicia en el que solicita que se autorice la conexión eléctrica de la estación de bombeo y en el que señala que «é impresentable que por problemas meramente burocráticos téñase paralizada unha instalación rematada que podía estar funcionando fai varios meses». Además, la misiva añade: «É lamentable que unha Administración sexa a que impida a posta en marcha dunha infraestrutura básica e obrigatoria por imperativo legal da Unión Europea na preservación do medio ambiente, a calidade e a protección sanitaria».
Por su parte, el alcalde de Fisterra es optimista y cree que el problema se solucionará en breve. «É un trámite moi simple, por iso penso que nos próximos días estará arranxado», apunta José Manuel Traba, quien es contundente a la hora de calificar la actuación de los responsables de la Xunta en este asunto: «Foi dunha pasividade absoluta. Tamén penso que dende o primeiro momento a Portos non lle gustou o proxecto e por iso está a poñer trabas, pero a nosa preocupación xa é que saia para diante canto antes». En este sentido, el regidor considera que tendrán que esperar a que el nuevo Gobierno autónomo tome posesión para que la depuradora funcione.