Un gran número de vecinos de la avenida de Lamadosa, en la zona de Eirís, se despertaron ayer con una desagradable sorpresa: unos desconocidos habían arrancado los retrovisores de sus automóviles. Esta no era la primera vez que sucedía un episodio similar, pero nunca se habían visto tantos coches afectados por esta gamberrada.
Suso Prado, presidente de la asociación vecinal de este barrio, calculaba ayer que eran más de treinta los turismos que habían sido víctimas de este acto de vandalismo. Explicó que, en muchos automóviles, los desconocidos no solo se habían conformado con arrancar un retrovisor, sino que habían roto los dos. A todos estos desperfectos, también había que sumar los rayazos y abolladuras que sufrieron varios vehículos como consecuencia del roce de las piezas arrancadas.
Según afirmó Prado, «eu penso que son máis de 12.000 euros en desperfectos, se temos en conta que cada retrovisor pode rondar os 300 euros, e que hai coches que teñen os dous arrincados e hai que colocar a peza enteira, non só o espello». El presidente de la asociación vecinal de Eirís se mostró muy preocupado por estos hechos, puesto que considera que fueron realizados con muy mala fe.
«Unha cousa é que che rouben o espello, que non deixa de ser un delito; pero, outra moi distinta é que rompan os retrovisores de máis de trinta coches, todos os que estaban aparcados entre a rúa Oleoducto e a residencia», denunció Prado, que solicitó más vigilancia en la zona.
Policía
También explicó que, ayer por la mañana, una patrulla de agentes de la Policía Nacional se había trasladado a la avenida de Lamadosa para intentar descubrir quiénes habían sido los culpables de esta acción vandálica. Además de esta investigación, Suso Prado demandó una mayor presencia policial en este barrio, para evitar que casos como este se vuelvan a repetir; «pero non soamente aquí, senón tamén en calquera parte da cidade».