La asociación Bardos Cultural denunció ayer ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que en la zona donde se está construyendo el nuevo parque de Oza «recientemente ha desaparecido en su totalidad otra de las cuatro fuentes existentes y conocida popularmente como la fuente de la Muralla, desconociendo su actual paradero ya que todas las fuentes consultadas al respecto dicen no saber nada de ello».
José Álvarez Temprano, presidente de la entidad, afirma en el escrito presentado que en los últimos días «han desmontado otra pieza fundamental de este conjunto artístico de fuentes, la conocida como la fuente circular, de dos plantas de alzada, de cantería como las restantes, y han trasladado su parte superior a un espacio distante de su lugar original, a la entrada del recinto de las obras, desconociéndose los propósitos, ya que la explicación facilitada por un funcionario municipal mucho hace pensar que será también llevada».
Tras afirmar que este conjunto de fuentes «junto con su Corgo legendario y su aljibe forman un espacio histórico y artístico único en nuestra comunidad», los denunciantes solicitan la intervención de la fiscalía del TSXG «con el fin de evitar mas agresiones al patrimonio histórico-artístico y cultural en este espacio de gran interés».
En la exposición de los hechos, desde Bardos Cultural argumentan que para llevar a cabo la construcción del parque de Oza los responsables de las obras «han cometido daños irreparables incuantificables». En este sentido enumeran que se han destruido «la totalidad del enlosado del antiguo Camino Real, en su paso por el Corgo-Montes-Eirís. Derribado los edificios habitables de 1700-1800, dotados de galerías de cristal y muy anteriores a las protegidas de la Marina coruñesa».
Otra cuestión que apuntan es que en esta zona «fue enterrado el ingeniero militar Martín Cermeño, autor de las murallas históricas del Parrote en A Coruña, y sus edificaciones fueron residencia de importantes entidades y personajes históricos».
Bardos Cultural también denunció estos hechos ante la inspección de Patrimonio Cultural de la Xunta y en el Ayuntamiento coruñés.