«Este sitio onde está a Casa das Ciencias foi antes un muíño de vento», recordaba por megafonía Xurxo Souto. Desde primera hora de la mañana de ayer, -«a las nueve tuve que traerlo», decía una madre refiriéndose a su hijo- casi mil estudiantes y profesores prepararon sus propuestas en las 34 carpas instaladas en el parque de Santa Margarita para celebrar la 14.ª edición del Día de la Ciencia en la Calle.
Javier Novelle, presidente de la asociación de Amigos de la Casa das Ciencias, organizadora de estas jornadas, apuntaba que este año «se ha notado un poco la crisis de los centros». Reconocía que el cambio de profesores afecta mucho «porque los del centro donde estaba dejan de participar y lo hacen los de su nuevo destino; esto en los centros públicos, en los privados procuran formar gente para que siga». Novelle elogió el papel de los docentes -«nosotros dependemos de ellos»-, mientras el alcalde, Javier Losada; la concejala de Cultura, María Xosé Bravo, y el director de los Museos Científicos Coruñeses, Tino Fraga, iniciaban un largo recorrido por prácticamente todas las casetas instaladas en el recinto.
Entre las doce y la una de la tarde el sonido lo puso la Banda Municipal de Música, aunque los alumnos del IES Urbano Lugrís también ofrecieron un sonoro recital de guitarra dentro de sus actividades relacionadas con la amplificación.