La jubilación de su dueño provoca el cierre de otra librería, mientras en el sector destacan la necesidad de especialización
12 may 2009 . Actualizado a las 11:24 h.«Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila, cuando todo a tu lado es cabeza perdida». Así comienza el célebre Si , de Rudyard Kipling, el primer escritor inglés (nacido en Bombay) que ganó el Novel de Literatura y que da nombre a la librería del número 10 de la calle del Ángel. Ahora el dueño de Kipling se ha jubilado y por ello ha echado el cierre a un establecimiento que era punto de encuentro de la buena literatura, haciendo honor al autor de afirmaciones como «si logras que tus nervios y el corazón te asistan, aun después de su fuga de tu cuerpo en fatiga...».
Y es que el cansancio también ha sido uno de los motivos por los que Serafín Llahves, «que llevaba toda la vida con la librería», ha decidido cerrar, según apunta Juan Carlos Sanmiguel, presidente de la Agrupación de Libreros de A Coruña.
«Es un cambio generacional, no se trata de una cuestión de la crisis», sostiene Sanmiguel, de la librería Alita Cómics; de todos modos, «aquella calle se estaba muriendo» en cuanto a actividad comercial, con muy poco movimiento, y por ello Llahves decidió cerrar, «aunque debía faltarle un año para la jubilación».
El dueño del Kipling goza de un reconocido prestigio entre sus colegas coruñeses, «de hecho yo quería ver si nos echaba una mano en alguna que otra cosa que tenemos por ahí», reconoce el presidente de los libreros. Aunque este librero rechazó posibles homenajes o cualquier tipo de reconocimiento «le hicimos una fiesta sorpresa; fue un pequeño engaño diciéndole que teníamos una reunión de la la agrupación», recuerda, divertido, Sanmiguel. «Lo cierto es que en A Coruña cierran librerías pero no abren otras nuevas», indica, para luego destacar que eso provoca «que se pierda calidad y calidez en el libro».
Sanmiguel sostiene que es necesaria la especialización de las librerías, algo hacia lo que se avanza en algunos lugares, y cita casos como el de la Nueva Colón, la última en abrir, «que cogió el espíritu de la Colón», en los que los libreros «saben los gustos de este cliente o del otro y les aconsejan». Narra asimismo una experiencia personal en el caso de los cómics: «Como conoces sus gustos, a mucha gente le digo llévatelo y sino te gusta te lo recojo sin problema. Y nunca me lo han devuelto». Es la senda del Si : «Si hablas con el pueblo...», claro que el cierre de Kipling daría ahora para hacer otro texto, el no de Kipling.