La conciliación de la vida laboral y familiar es una «utopía» para los progenitores de 120 niños de Cambre y Culleredo que podrían quedar este año sin el servicio
06 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Únicamente tres días. Ese es el plazo que les queda a los padres de alumnos de infantil y primaria de los concellos de Cambre y Culleredo que podrían quedarse este curso fuera del listado de beneficiarios de plazas de comedor escolar en los centros públicos de ambos municipios. Pese a que todavía, tal y como explican, no se ha hecho público el listado definitivo podrían ser en torno a unos 120 alumnos los afectados en ambos municipios. En el resto de concellos no hay problemas generalizados de este tipo porque muchos centros han recurrido al doble turno. Con todo, el alcalde carralés, el popular José Luis Fernández Mouriño, advierte de que podría haberlos en el futuro.
Los tres días que comentan los padres que sufren el problema en Cambre conforman el plazo que tendrían, como explica una de las madres afectadas en Cambre, para «improvisar una alternativa» que les permita conciliar la vida laboral y familiar, «Porque eso de conciliar -matiza otro de los padres afectados, Jano Muñoz- es bastante relativo».
Él es autónomo. Explica que en caso de que su hijo no obtenga una plaza tendrá que recurrir a una solución que le va directamente a la cartera, algo que es complicado permitirse en un contexto como el actual. A este padre de familia le queda el recurso de recortar su horario laboral. «Puedo hacer eso, pero al final del año todo va sumando. ¿qué cantidad implica todo ese recorte horario para un trabajador normal?», apunta.
Pero no es el único con ese problema. Otras madres se han visto obligadas a pedir una reducción de jornada para poder ir a buscar a sus hijos al colegio y luego darles la comida. Porque el sábado por la mañana, aunque faltaban únicamente unos días para el inicio del curso, todavía, según explicaban, no se habían hecho públicos los listados de admitidos o no en el comedor. «El lunes es el consejo escolar. Entonces como mínimo podremos conocerlo el martes por la mañana», comentan.
Las plazas de comedor que hay en el colegio Wenceslao Fernández Flórez, en Cambre, son unas 290 para algo menos de 400 alumnos. El gobierno bipartito local, apuntan los padres, se ha comprometido a ampliar el comedor, pero parece que falta el apoyo de Educación en algo fundamental: la comida. «Incluso el Concello explicó que correrían con los gastos, pero Educación explica que no tiene fondos para ofrecer el servicio», comenta Jano Muñoz. En este sentido, añade que en el caso de que haya que poner otro cuidador no les afecta porque lo pone el APA.
La búsqueda de alternativas es una de las soluciones que les quedan porque, como mucho, podrían tener plaza quince de los cerca de sesenta afectados en el centro. «Lo que pretendemos es que lo resuelvan. Pese a que tampoco estamos de acuerdo con los criterios que ofrecen preferencia para entrar, tampoco pretendemos que nadie acabe perjudicado porque los que tienen plaza son amigos...», comentan.
Opciones
El problema no es una novedad de este curso que comienza el jueves. Varios padres, entre ellos Isolda, tuvieron que recurrir el ejercicio anterior a los servicios de una guardería que recogía a los pequeños en el colegio y les daba la comida. «Fue la opción que nos quedó -apunta esta madre- porque no puedo pedir una reducción de jornada en el trabajo. Luego tampoco puedes dejar de trabajar porque luego cómo vuelves a reincorporarte», se pregunta. Pero la solución que buscó ella no vale para todo el que está afectado. Los más mayores ya no pueden ir a la guardería.
El problema que cuentan los padres de Cambre es parecido en el Concello de Culleredo. Allí son otros 69 usuarios los que podrían verse afectados por un problema que ya se arrastra del curso anterior.
Fue entonces cuando los afectados en el centro Isaac Díaz Pardo, ubicado en el municipio cullerdense, apuntaron que el listado de beneficiarios tenía que publicarse antes de las últimas 48 horas anteriores al inicio del ejercicio escolar.
Aunque en un principio son los concellos de Cambre y Culleredo los que viven de cerca el problema, pronto podría afectar a municipios del entorno. El crecimiento poblacional que han experimentado es una de las razones que explican el problema. La falta de plazas está en liza porque todavía, explican los padres, existe un desequilibrio entre la oferta educativa y el alza de la población.