Herido muy grave al recibir una brutal paliza en el Castrillón

A CORUÑA

19 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

José González Peón, de 65 años, sufre heridas muy graves después de recibir una brutal paliza en la zona de la iglesia de Santa María de Oza, en el barrio del Castrillón. Ayer se encontraba en una habitación del Hospital A Coruña, donde los facultativos lo están medicando para disolver un coágulo de sangre que tiene en la cabeza. Sin embargo, no se descarta que le tengan que operar de esta grave secuela, según comentó ayer la esposa del herido, María Concepción Pereira.

El suceso ocurrió cuando el hombre se dirigía sobre las once de la noche del pasado domingo a su casa, un piso del número 12 de la calle Rafael Bárez Vázquez, la que hace esquina con la avenida de los Caídos.

José González acababa de despedirse de un amigo. Y cuando caminaba por el Camino de la Iglesia «fue asaltado por atrás por unas cuatro o cinco personas», cuenta Concepción Pereira. Le pegaron un fuerte golpe en la cabeza que lo derribó al suelo: «Mi marido solo pudo ver unos bultos negros, no reconoció a ninguno de sus agresores».

José ya no recuerda nada más. «Perdió la vista y perdió el sentido». Cuando el hombre recuperó la consciencia, «casi dos horas después (sobre la una de la madrugada)», se encontró en medio de un charco de sangre.

Arrastrándose hasta casa

No se pudo levantar «y tuvo que arrastrarse para llegar a casa», cuenta la mujer de la víctima. Pero el hombre no reaccionaba ante las preguntas de su esposa.

Ante esta situación, Concepción Pereira decidió llevarlo hasta la farmacia de Rosa Otero, a escasos metros de la vivienda. La farmacéutica comprobó que las heridas revestían gravedad, «e incluso el hombre volvió a entrar en semiinconsciencia cuando estaba en la farmacia», cuenta Otero. Además, conoció de boca de la mujer que había sido asaltado y apaleado brutalmente. «Decidí llamar a la policía», recordó Otero, mientras le practicaba los primeros auxilios. Varios agentes de la Policía Nacional llegaron a los pocos minutos y alertaron a una ambulancia del servicio de emergencia 061 que llevó a José González al Hospital A Coruña.

Después del traslado médico, los policías patrullaron la zona, «y encontraron el móvil y las llaves de mi marido (lo único que le llevaron), y un jersey de otra persona», en un banco próximo a la iglesia de Santa María de Oza.

Amenazas

Pero el suceso no terminó con la paliza a José. Ayer un individuo que frecuenta el Castrillón amenazó a Rosa Otero «con hacernos lo mismo que al pobre hombre, a mí y a mi familia, por avisar a la policía», por lo que la farmacéutica presentó una denuncia. Los vecinos del Castrillón denuncian un problema de inseguridad en el barrio, «y mucho trapicheo de droga».