Los «pesos pesados» de las concejalías de Urbanismo, de Servicios Sociales y de Vivenda comparecieron ayer para aclarar el papel del Ayuntamiento en un hecho que, según explicaron, «preocupa mucho» al gobierno coruñés: el retraso en la entrega de los pisos de promoción pública que la Xunta construyó en Eirís. Las concejalas socialistas Obdulia Taboadela y Silvia Longueira, y el nacionalista Mario López Rico, indicaron que no entienden el motivo de ese retraso, ya que los técnicos municipales concedieron la cédula de primera ocupación de las viviendas el pasado 10 de marzo y en ese momento no se detectaron las deficiencias que ahora alega la Xunta para justificar la tardanza.
La edila de Urbanismo, Obdulia Taboadela, insistió en que «desde hace seis meses no hay razón para que los adjudicatarios de las viviendas de Eirís no las ocupen» y que, en todo caso, los retrasos no son achacables al Ayuntamiento. Mario López Rico, responsable de Rehabilitación Urbana e Vivenda, insistió en que los técnicos «non tiveron constancia» de los desperfectos ocasionados por el ciclón Klaus y que, en todo caso, si existen esos problemas de humedades que aduce la Xunta, «pedímoslle que se reparen e entreguen os pisos aos cidadáns». Añadió que le gustaría tomar la palabra a los responsables de la Xunta y que en mes y medio las viviendas puedan estar ocupadas. Silvia Longueira, responsable de Servicios Sociales, reconoció que siempre es necesario un tiempo de adaptación cuando hay un cambio de gobierno, pero criticó que el delegado provincial de la Xunta, Diego Calvo, se hubiera «dejado pasear» por las asociaciones de vecinos acompañado por el concejal del PP Francisco Mourelo (ex presidente de la asociación vecinal O Cruceiro-Oza-Urbanización Soto) «agitando y vendiendo la idea de que las listas de adjudicatarios estaban mal elaboradas». Le aconsejó «mayor prudencia» e incluso espera una disculpa suya reconociendo que las listas eran correctas.
Los tres recordaron que hay 188 familias esperando por las viviendas, de las que más de 50 son expropiados por las obras del parque de Eirís y a las que el Ayuntamiento está pagando el realojo en pisos de alquiler por toda la ciudad. Por este motivo, al Ayuntamiento también le corre prisa la entrega de las viviendas. Pagan, según Taboadela, «bastante dinero al mes» por esos alquileres. Y esperan que antes de Navidad esté todo arreglado.
Entrega
Desde el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) aseguraron ayer que los pisos de Eirís y Mesoiro se entregarán «cando se remate a construcción e cumpran tódolos requisitos necesarios» porque, según afirmaron, «a Xunta non entrega vivendas en estado deficiente e non comparte o criterio do Concello de formalizar dita entrega sen que os pisos estean correctamente rematados». Recordaron que el actual gobierno de la Xunta recibió las viviendas de Eirís «con importantes desperfectos» causados por el huracán Klaus , «polo que era preciso a reparación dos mesmos». De hecho, acusaron a la anterior Xunta de «desentenderse» de esos daños y de no iniciar la redacción del proyecto para ejecutar las obras, algo que el PP ha tenido que hacer ahora. En este momento, se está tramitando la contratación de las obras precisas para iniciar su ejecución.