Decenas de clientes de La Traída se oponen al cierre del mítico local, previsto para mediados del próximo año, y lo siguen promocionando de Cáceres al País Vasco
28 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.¿Como es posible que un local sin nombre lleve más de 70 años abierto y tenga acérrimos defensores no solo en la ciudad sino en media España, desde Cáceres hasta el País Vasco pasando por Madrid? Las Hermanas, las Rubias, las Viudas y, sobre todo, La Traída son nombres que a lo largo de estas décadas los clientes han ido dando a este local que empezó estando en el número 10 de la calle Real pero, por cuestiones administrativas y sin cambiar de ubicación, ahora está en el número 3 de Torreiro. Esta es una de las razones por las que a partir del próximo mes de junio Sisa y Maricarmen Vázquez Estévez tendrán que dejar de servir sus tazas blancas con vino ribeiro, sus cervezas de botella, sus chicharrones, su sabroso queso del país o sus raciones de empanada de xoubas.
El Ayuntamiento ha autorizado al dueño del edificio a derribarlo y construir otro en el sitio; aunque todo el inmueble hasta la calle Real es del mismo propietario, solo sería derribada la parte que afecta a La Traída, nombre acuñado popularmente y que se debe a que enfrente estaba el cobro de los recibos del agua, que entonces se llamaba así, la traída.
La noticia del posible cierre ha alertado a decenas de sus clientes, que han mostrado su oposición al mismo de muy diversas formas. «Algunos vienen y nos dicen que esto no se puede cerrar porque este sí que es patrimonio de la humanidad», afirman las dos mujeres, que por el momento prefieren no hablar del asunto, si bien tienen muy clara una cosa: «Nosotras queremos volver para aquí». En teoría, la legislación les concede esa posibilidad.
Además de bromear con los nombres del local, «hasta Las Viudas o Las Rubias nos llaman», matizan que el término clientes no se ajusta exactamente a la idea de quienes las visitan «porque en realidad son amigos que a veces hasta nos ayudan a recoger las mesas si nos ven agobiadas y si nos vamos de vacaciones no les parece mal, luego vuelven y nos preguntan cómo ha ido».
Otros defensores del local trasladan la oposición al cierre a los foros de Internet diciendo que si estas dos mujeres se ponen a recoger firmas reunirían tantas como para la designación de la torre de Hércules.
«Warhol habría alucinado»
También hay internautas que hacen una divertida, y cultureta, descripción del local, como es El bazar de Jim, «el blog más leído de Cáceres según el Euskobarómetro», ironiza su autor, que dice de La Traída: «Taberna también conocida como Las Viudas o las Hermanas Sisters (guiño homenaje a esa gran banda melódica norteamericana de los cuarenta). Allí pararon a tomar los caldeiros desde Paco Vázquez a Kiko Veneno. [...] Te ponen unos chicharrones muy ricos y un queso del país medio fundido que tienes que tomarlo con palillos, como si fuese un reto de esos de la televisión en los que se meten dos gaznápiros en una urna con lombrices. Tasca gallega en estado puro». Tras llamar la atención sobre otros objetos del local, este bloguero concluye: «Warhol habría alucinado».
Desde el País Vasco, «un alto cargo de allí», también les han llegado apoyos y disponibilidad para las acciones que sean necesarias con el fin de poder seguir disfrutando de un local en el que los clientes «aunque no hablen hacen un gesto con el pulgar hacia arriba para decir que muy bien».
Madrid es otro de los lugares donde tienen clientela, mucho antes de que su alcalde, Gallardón, se pasara por el local. Los mismo hizo el actual presidente de la Xunta en su primera visita a la ciudad, aunque tuvo que esperar unos minutos a que le atendieran porque estas dos mujeres atienden por riguroso turno.
Y ahí siguen, desde que sus padres abrieron el local en 1936, estas dos mujeres, cuya vida entera, confiesan, está marcada por este lugar y por ello están dispuestas a seguir con esta tasca gallega en estado puro.