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Cincuenta días teñidos de blanco

A CORUÑA CIUDAD

La mayoría de las nevadas que registró la ciudad a lo largo de los últimos cien años coincidió siempre con un fin de semana de los meses de enero o febrero y nunca ocasionó grandes complicaciones

10 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los inviernos coruñeses no siempre han venido acompañados de nevadas sobre la ciudad. De hecho, desde que se puso en marcha el Observatorio Meteorológico de A Coruña -en el año 1930- apenas se han registrado medio centenar de días en los que los copos llegaron a cuajar. Curiosamente, la mayoría de estas jornadas de nieve se produjeron en torno a mediados de enero y en el mes de febrero, y casi siempre coincidiendo con la llegada de un fin de semana. Y, al igual que este año, el pasado invierno, hace exactamente un año, también hubo precipitaciones que cuajaron en forma de nieve que complicaron las comunicaciones entre la ciudad y el área metropolitana.

Según consta en los informes del Meteorológico, la primera nevada que se recuerda en la ciudad tuvo lugar el sábado 13 de febrero de 1932, a las diez de la mañana y a la una de la tarde, lo que provocó que el tren expreso se retrasara tres horas. «Cayeron unas folerpas que salpicaron las calles como un confeti trasnochado», recogió La Voz en su edición de entonces a modo de descripción del acontecimiento.

Dos años más tarde, y en el mismo mes y también en el mismo día de la semana, los copos de nieve volvieron a teñir de blanco la ciudad durante la madrugada, dejando una estampa nada usual. El termómetro se quedó entonces unas décimas por debajo de los cero grados.

Dos consecutivas

Dicha fotografía de la ciudad cubierta con un gran manto blanco volvería a repetirse al año siguiente durante dos días consecutivos: el 8 y el 9 de febrero (viernes y sábado). En esa ocasión, se habla de que hubo granizada y nevada, aunque en algunos puntos no llegó a cuajar. Tendría que pasar un lustro, hasta 1940, para que A Coruña volviese a ver caer copos de nieve, aunque en esta ocasión tampoco llegaron a ser muy intensos. Algo similar ocurrió el 25 y 26 de enero de 1947 (sábado y domingo), cuando la nieve tampoco llegó a mantenerse más que unos pocos minutos.

Sería en 1948 -el 21 y 22 de febrero (sábado y domingo)- cuando llegaría la nevada más copiosa que se recuerda en la historia de la ciudad, tanto por su intensidad como por la duración de las precipitaciones. Las temperaturas rozaron de nuevo los cero grados y se llegó a decir que el espesor de la nieve alcanzó los cinco centímetros en algunos momentos del día. Seis años después volverían a caer copos sobre A Coruña, aunque en esta ocasión su presencia se prolongó durante cuatro días (31 de enero, y 1, 2 y 4 de febrero). Algo similar ocurrió en 1956, cuando las nevadas se sucedieron durante el 10, 11, 12, 19 y 21 de febrero, con una sensación térmica de «ola de frío siberiano».

El 16 de enero del 1957 la nieve apenas llegó a cuajar, algo muy distinto de lo que ocurrió en 1960, 1963, 1985 y 1987, cuando las calles se cubrieron de blanco. En 1960, la temperatura registrada descendió hasta los cuatro bajo cero y en 1963, La Voz hablaba de «una sensacional nevada» que se prolongó por espacio de más de cuatro horas, que provocó importantes problemas circulatorios en la Costa do Sal, en la vieja Nacional VI.