Desde escalinata de Santa Lucía el peatón descubre el Fórum al final del que será un nuevo vial, mientras que desde la avenida del Ejército se accederá a la nueva plaza que conduce hasta General Sanjurjo
12 ene 2010 . Actualizado a las 16:49 h.La caída del muro que rodeaba la Fábrica de Tabacos ha roto algunos mitos urbanos, como que dentro de los mismos había numerosos conejos campando a sus anchas, además de descubrir unas nuevas vistas en el entorno que están sorprendiendo a los viandantes. De todos modos, no es necesario acercarse mucho al entorno, porque ahora una de las vistas más llamativas es la que tienen los peatones que bajan por la escalinata de Santa Lucía. Desde allí es posible divisar el nuevo vial, prácticamente urbanizado, que va desde la plaza de la Palloza hasta la calle Ramón y Cajal; pero la vista se escapa más allá, hasta descubrir al fondo del todo la entrada principal del Fórum Metropolitano. Es una larga línea recta que dentro de poco será transitable, para los peatones, con iluminación lateral y árboles pequeños que estos días están siendo plantados.
Claro que no es menos sorprendente la vista en la dirección contraria: desde Ramón y Cajal, donde los responsables de las obras han tenido que volver a amarrar las vallas para evitar el paso que empezaba a ser continuo de los peatones que en los últimos días habían empezado a cruzar por este lugar, sin duda un buen atajo; el nuevo vial es tan tentador para los viandantes que tras la ocupación de la viviendas de protección oficial por parte de sus dueños, un cartel recuerda también por esa entrada, la de la zona de la Palloza, que está prohibido el paso.
Desde la terraza del nuevo edificio de estas viviendas, situado en el centro de lo que eran estas instalaciones de Tabacos, hay unas llamativas vistas del puerto y de buena parte de la ciudad, así como de la nueva calle peatonal que comunica Ramón y Cajal con la Palloza, una calle adoquinada y con faroles de alumbrado a ambos lados.
Y esta calle se cruza con la que será una nueva plaza, situada en la parte de atrás de la Fábrica de Tabacos, un amplio espacio en el que durante la tarde de ayer los obreros estaban a punto de llegar con el pavimento hasta la avenida del Ejército. De hecho, el cartel que anunciaba el nuevo párking subterráneo de la zona fue retirado para permitir la colocación del nuevo firme.
Esta nueva plaza, dotada también de iluminación y varias palmeras, está delimitada por una vetusta parte trasera de la fábrica y la Casa del Mar. A ambos lados, una par de construcciones de granito albergan lo que serán los accesos a dicho párking.
Desde la avenida del Ejército, la caída del muro de Tabacos deja una vista hasta ahora inédita como es la calle General Sanjurjo, todo ello manteniendo prácticamente todos los árboles que había dentro del recinto y que no han sido afectados por la construcción de las 178 viviendas de protección oficial.
También desde General Sanjurjo los viandantes, y sobre todo los usuarios de la parada de bus más próxima a la plaza de Cuatro Caminos, han ido olvidando aquel alto muro cubierto de hiedra y descubriendo que ahora pueden no solo ver sino casi llegar andando hasta la avenida del Ejército.
Por el momento, los obreros seguían ayer ultimando detalles, plantación de árboles incluida, de las obras de una zona que ha experimentado un sorprendente cambio de aspecto y que permite descubrir cada día unas nuevas, e inéditas, vistas de esta zona de la ciudad.