La Autoridad Portuaria presentó el pasado 23 de marzo en el Ayuntamiento el estudio detalle sobre el aparcamiento del Parrote, que lleva en obras más de dos años, y también un anexo para la valorización del baluarte, descubierto en la fase de excavación. Pretendía así desbloquear la obra. Pero Urbanismo lo tumbó. Y lo hizo de manera tajante, sin obviar veladas críticas tanto en la forma como en el fondo.
Esa propuesta del Puerto, auspiciada por los técnicos de la Autoridad Portuaria y la concesionaria Copasa al Ayuntamiento, recogía un diseño alejado de las propuestas que suponían erigir en la zona un único inmueble. Si el plan especial para la zona, aprobado en el 2000 por el Ayuntamiento, fija un aprovechamiento máximo de 3.000 metros cuadrados destinados a usos comerciales, el proyecto recoge distribuir esa densidad en seis inmuebles diferenciados. Cuatro de ellos, para los que se prevé un uso centrado en la hostelería y restauración, se situarían frente a la zona verde que se proyecta como área de paseo reservada para salvaguardar el baluarte que apareció en las excavaciones del párking y cuya conservación ha condicionado todo el proyecto.
Pero eso llegó a manos de Urbanismo y lo descartó. Encontró importantes deficiencias en ese planteamiento. Para empezar, el Ayuntamiento precisa que un estudio de detalle no es un instrumento necesario para la modificación del proyecto del aparcamiento subterráneo. A partir de ahí, advierte que «tiene una serie de carencias en la memoria y la documentación gráfica, que se pueden resumir en la falta de definición de los volúmenes edificables propuestos».
Desde Urbanismo se le recuerda a la Autoridad Portuaria que algunas determinaciones contenidas en el estudio de detalle «incumplen» las determinaciones del plan especial que le sirve de cobertura o incluso «exceden» de la capacidad de ordenación atribuidas por la Louga para los mismos. Tal es el caso de la edificación proyectada en el área C3, en la que se crea una plaza a nivel del paseo del Parrote sobre la que se sitúa un cuerpo de edificación. Ese edificio proyectado «altera la configuración» del espacio urbano.
Además de todo esto, el Ayuntamiento recuerda que aunque el plan especial permite 3.000 metros cuadrados de edificabilidad a repartir en las cuatro zonas de ordenación previstas, «el estudio de detalle debe especificar pormenorizadamente cómo se ubica esa edificabilidad sobre esas zonas, poniéndola en relación con la conveniencia de que la disposición de los volúmenes no entorpezcan las vistas de la fachada del Parrote y de la Marina, aparte de los restos arqueológicos aparecidos».